Entramos hoy al nuevo mes: marzo, que abre el telón para invitamos a continuar el aporte de nuestra historia a la marcha del mundo hoy, pleno de inmensos adelantos tecnológicos pero aún lejano a pasos de cercanía de los humanos cobijados por ideales de competitividad y enfrentamientos.
Hasta 700 años antes de Cristo este mes no existía, el calendario era cambiante e incierto, pero al llegar el rey Numa al trono declaró a marzo como el primer mes del año; tomó su nombre en honor a Marte, el dios de la guerra.
Era invitación al combate, lucha, confrontación; por supuesto que nunca se instituyó con motivo religioso, pero en verdad que este mes se cubre con frecuencia del tiempo de la Cuaresma cristiana que es invitación a Cuarentena de revisión y lucha por mejorar la existencia hasta llegar al llamado combate espiritual, que no es otra cosa que eliminar de nuestra vida aquello que entorpece su crecimiento y felicidad y adquirir las pautas que desde el Evangelio nos permite llegar a ser “hombres nuevos” , creaturas renovadas.
Hoy primero de marzo es el Día del Contador, de aquel profesional, él o ella, que se dedica al manejo recto y fecundo, claro y responsable de los bienes y la economía de una entidad o algunos individuos; gracias a su gestión podemos tener conocimiento del acierto en el manejo de los bienes, su aporte al crecimiento de la economía y el avance social.
Debemos gratitud a su aporte al bienestar y progreso y admirar el acierto que en sus gestiones avisora y aconseja en el manejo de la economía. Me llama la atención que en el tiempo de la Cuaresma el cristiano es llamado a mirar la gestión de sus bienes y la presencia en el empuje de ascenso de los más pobres y necesitados; aquello de dar de comer, de beber, de vestir, de visitar y consolar no es vocabulario de adorno, sino que es invitación a tomar muy en serio las palabras que nuestro Señor Jesús hace en el Evangelio.
La campaña llamada “comunicación cristiana de bienes” es clamor de los más necesitados del momento para ser auxiliados, animados y asistidos no sólo desde el deseo sino desde la realidad. La Pastoral social de cada Diócesis es el medio eficaz que la Iglesia tiene para llevar adelante este gesto Cuaresmal.
Marzo: llamamiento al combate espiritual y al compartir total.