Es verdad que las esplendorosas pirámides de Egipto se van desmoronando con los siglos y van quedando leves montículos de polvo; es verdad que el amor traicionado ahoga el fuego del amor entre cenizas; es verdad que los restos de la guerra y ataques violentos dejan ceniza y polvo esparcidos entre el color lúgubre de la muerte.
Abraham reconoció un día que era débil para iniciar el mandato divino y dijo que era “como polvo y ceniza”; el libro de Job para describir el estado lamentable del protagonista dice que estaba tendido entre polvo y ceniza.
Por ello la Iglesia inicia el tiempo Cuaresmal que es llamado a revisión y conversión con el sencillo y significativo rito de aplicar un poco de ceniza en la cabeza del creyente para empezar el camino hacia la Pascua; soy ceniza por la calidad de mi debilidad, caídas, pecados, fallas, medianías, necesidades e incapacidades.
Pero sé que así como un buen artista es capaz de hacer una bella escultura de un puñado de polvo, Dios puede hacer una nueva creatura con sello de felicidad y fidelidad desde el polvo y ceniza que soy.
A nivel mundial, nacional, local y personal así como familiar y social, es evidente que los asuntos no marchan bien, que hay corrupción, violencia, intereses peligrosos, dudas e inseguridades que son llamado urgente a conversión, cambio, búsqueda de horizontes que permitan progreso y ascenso personal y social.
Recibir la ceniza es acto valiente porque indica determinación de cambio, de mejora de vida; no es un polvo mágico de poderes raros sino signo de compromiso y paso hacia adelante.
El Evangelio de esta jornada indica tres maneras sencillas también de no convertir la recepción de la ceniza en acto folclórico o teatral; Jesús llama a intensificar la oración, el ayuno y la limosna.
Oración como creyentes hacia una mejor luz en la vida; ayuno que significa compartir en privación para que otros tengan y limosna como despojo de bienes para posibilitar mejoramiento de todos.
Soy ceniza desde la cual como el ave fénix puedo resurgir de nuevo a una existencia más llena de gozo, luz y optimismo.