Aún recuerdo de la época juvenil algunos juegos o dinámicas que mantenían despiertos los sentidos y el ánimo, que luego eran señalados como pedagogía para el aprendizaje.
Entre estos juegos practicados entre tensión y sonrisa recuerdo aquel que nos situaba detrás de una visible raya en el suelo: Sería la fuente de eliminación de los equipos y luego de los últimos atentos; a la voz de afuera o adentro lanzada con rapidez debíamos ponernos detrás o delante de la raya.
En una ocasión el director de juego nos daba algunas aplicaciones: estar adentro es estar en el seno materno y afuera es nacer al mundo que se abre como un reto ; estar adentro y afuera es un regalo divino, es don de la vida, es llamado a la agilidad de vivir.
Estar adentro o afuera nos dijo en otra ocasión, es estar dentro del Colegio y estar afuera es estar fuera del Colegio , en la casa, la calle , el amplio mundo; me impactó otra aplicación : estar adentro es cuando está dentro de ti mismo, en la oración, la reflexión , la escucha, la recepción del mensaje humano o divino .Estar afuera es salir a servir, a dar lo recibido, a estar presente en la actividad de iluminar el mundo.
Es una aplicación de la narración en el Evangelio de la visita de Jesús a la casa de Lázaro, Martha y María; María representa el estar adentro, Martha el estar afuera.
Este tiempo de Cuaresma y Semana Santa que se acerca es dinámico, es estar adentro para estar afuera; es intensificar los estados de oración, de lectura bíblica, de reflexión en la fe, de participar en las celebraciones de la parroquia, reunirnos en los grupos o movimientos, para luego salir a mejorar este mundo a tomar parte en la vida política, social, cívica, económica, académica, lúdica, fraterna.
Es vivir la fe en Jesucristo que estuvo tres días adentro de la tierra “pero que” resucitó “para llenar el mundo, la historia, la vida de un nuevo dinamismo animado por el Amor que se entrega”. Ojalá estemos adentro y afuera para una mejor Semana Mayor y brotar a vida Pascual.