En su desarrollo, el ser humano para su comunicación ha creado multitud de maneras y signos que han persistido en el discurrir de los siglos, logrando un acercamiento y mejor comprensión de personas y continentes.
Entre los signos más usados podemos resaltar los números y las letras que hacen historia, que realizan logros, ganancias y beneficios, y luego los pueden comentar y transmitir por el uso de las letras.
En tiempos de Jesús de Nazaret, un hombre de buena cultura trabajaba con sumas y restas pues era recaudador de impuestos romanos, algo así como aquel que trabaja hoy en un banco que sostiene la identidad financiera de una región.
Un día pasó por Cafarnaum el iluminador caminante que ya tenía sus seguidores y pequeña comunidad de esperanza y amor. Al pasar junto a este hombre llamado Mateo, que Lucas denomina Leví, le llamó para un camino de novedad en el cual el dinero no es protagonista, si bien según su mentalidad divina debe servir para el bienestar de los pobres y marginados.
Mateo dejando números y monedas lo siguió y pronto redactó las historias junto a Jesús en el Evangelio que lleva su nombre y que ha servido de fuente para certezas y esperanzas por su precisión y elegante estilo. Hoy 21 de septiembre la Iglesia celebra la memoria de Mateo Evangelista.
Un 21 de septiembre, ya en nuestro terruño amado, cumpliendo Manizales sólo 25 años desde su fundación, era el año 1874, apareció en las calles el vocero oferente del primer periódico publicado: “El Ruiz” fue su nombre.
De los números de los fundadores de la naciente población que contaban casas, cuadras, manzanas, entradas y salidas de pérdidas y ganancias en la inicial economía, se pasó a las letras para comunicar, informar y valorar lo que se estaba gestando en la pujante parte patria que crecía como ejemplo y progreso.
En 1934, el gobierno local haciendo eco a este hecho declaró el 21 de septiembre de cada año como el “día del periodismo local”; no sé si aún se celebra como tal o pereció en el olvido que seremos.
Nuestra ciudad y departamento han sido focos de cultura, el número y las letras dan cuenta de esta visión de avance y progreso. Ojalá no dejemos decaer estos valores tan nuestros.