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Los terremotos han dejado a decenas de miles de familias sin hogar y sobreviven a la intemperie

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EFE | LA PATRIA | MELKIS
En la aldea de Melkis, en las áreas opositoras del noroeste de Siria, varias familias aguardan alrededor de una hoguera improvisada junto a los edificios destruidos por los terremotos, a la espera de que los equipos de rescate encuentren a sus seres queridos desaparecidos en la tragedia.
Las esperanzas de hallar sobrevivientes se van apagando, pero son muchos los que aún plantan cara al frío gélido del invierno como pueden para ser los primeros en conocer las noticias, buenas o malas, que siguen emergiendo de entre los escombros.
En Melkis, y otras áreas opositoras de las provincias de Idlib y Alepo fuertemente golpeadas por la catástrofe, las operaciones de búsqueda continúan en marcha con la participación de los vecinos y de rescatistas de los denominados Cascos Blancos, que estiman que “cientos” de personas continúan sepultadas.
En otros lugares como la localidad de Harem, en Idlib, las labores están siendo lideradas por residentes, voluntarios y combatientes de los grupos armados locales, con una pequeña presencia de efectivos de los Cascos Blancos, los socorristas por excelencia en las zonas sirias en manos de la oposición.

Miles de hogares destruidos
Los terremotos también han dejado a decenas de miles de familias sin hogar, que desde hace tres noches sobreviven a las bajas temperaturas en carros, a la intemperie o, más recientemente, en una serie de albergues abiertos por las autoridades para acoger a los damnificados.
Según datos difundidos ayer por la agencia oficial de noticias siria SANA, 293.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares solo en las áreas controladas por el Gobierno de Bachar al Asad, en las que se han habilitado hasta el momento 180 refugios.
En la ciudad de Alepo, capital de la provincia homónima y una ciudad actualmente en manos de Damasco, Almira (nombre ficticio) ha pasado cada noche desde el sismo en el interior de un vehículo.
“De vez en cuando, alguien dice que viene en camino otro más grande y no sabemos qué hacer más allá de ir a la iglesia de al lado de nuestra casa (...) o, cuando está muy llena, a otra zona en la que la gente parquea los carros fila y todo el mundo se sienta dentro”, relató.
Anoche, ella y el resto de ocupantes de su vehículo pudieron sentir dos nuevas réplicas. “No hemos dormido en dos días y todos tenemos gripe por el frío, hace mucho frío”, lamentó Almira.
Afirmó que en Alepo solo las iglesias y mezquitas están repartiendo ayuda, y que muchos vecinos que optan por acampar en los coches ante el miedo a nuevos derrumbes lo hacen en los parqueaderos de las escuelas de la ciudad.
Cerca de 20 colegios permanecen abiertos para acoger a los vecinos de la urbe cuyas casas se han venido abajo o han sufrido daños que amenazan la estabilidad del inmueble.
Así lo indican las páginas de Facebook que se utilizaban para la colaboración vecinal durante las batallas en Alepo, que fue escenario de una brutal pugna entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales entre 2012 y 2016, cuando Damasco retomó su control en el conflicto armado en el país.
Estos medios de coordinación en redes sociales se han reactivado a consecuencia de los seísmos y, tras muchos años, vuelven a servir para que los vecinos compartan información sobre los albergues disponibles, adónde acudir para recibir ayuda o cómo hacer para que un taxista les haga llegar efectivo desde el Líbano.
Hasta el momento, se han contabilizado 2.992 muertos y casi 5.000 heridos en todo el territorio sirio, incluidas las zonas en manos de los diferentes actores del conflicto, que se encamina a su duodécimo año de violencia armada.
En Turquía el número de muertos por los potentes terremotos del lunes superan los 9.000, mientras continúan las tareas de rescate para encontrar sobrevivientes entre los escombros.

 

Erdogan frenael acceso a Twitter
Las autoridades de Turquía parecen haber bloqueado o al menos frenado ayer el acceso a la red social Twitter en medio del creciente malestar público contra el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por la gestión de los efectos de los terremotos.
Según informó el diario Cumhuriyet en su edición electrónica, dos de los tres operadores de internet han bloqueado el acceso a Twitter por completo, mientras que el tercero permitía un acceso más lento.
En el pasado las autoridades turcas habían cortado el acceso a las redes sociales después de catástrofes, atentados terroristas o protestas sociales y políticas.

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