Con el corazón sangrando poemas de dolor, te envío un fraternal saludo de colombiano. Un colombiano sencillo, humilde, pero sensato que ha tenido la suerte de nacer y vivir en un país lleno de riquezas naturales para que todos las disfrutemos. Un país, que ha regalado a nuestros ojos bellezas paisajísticas llenas de encantos y fantasías. Un país que tiene una población de las más inteligentes de la tierra, un país con todas las posibilidades de llegar a ser uno de los más desarrollados del orbe.
No es culpa de ustedes, ni mía que la clase política y dirigente sea tan corrupta como la que más nos imaginemos. No es culpa de nuestra sociedad que hayan tantas injusticias y que se cometan tantos atropellos contra los que llaman pobres. No es culpa nuestra que en nombre de la democracia, existan tantos abusos y tantas injusticias privilegiando a unos y perjudicando a otros. No es culpa de ustedes ni nuestra, que nuestra clase política
se haya enfermado y perdido el horizonte humano de servicio al pueblo. No es culpa nuestra que los de arriba sean tan insensibles y consideren que ellos y sòlo ellos, son los dueños del poder y de los bienes productivos para sentarse en el clímax de su demencia y olviden cuál es su papel de gobernantes. No es culpa del pueblo que los llamados políticos, no entiendan su función social y se hayan metido a vivir epulònicamente en la burbuja de los faraones, pensando únicamente en su bienestar. No es nuestra culpa que en nombre de un ilegitimo poder, se atropelle y se abuse de la mayoría de los ciudadanos desconociendo su dignidad de colombianos. No es nuestra culpa que los megapoderes se unifiquen coaligando sus fuerzas para desangrar, oprobiar y atropellar a un pueblo inerme, que su única arma es la lucha por sobrevivir al naufragio colectivo en el cual nos encontramos sin salida a la vista .No es justo que vivamos pobres en medio de tanta riqueza, pero,…como decía un eminente sabio del pueblo : “ASÍ ES LA VIDA”
No es justo que las armas hayan sido tergiversadas y las hayan puesto a matar inocentes compatriotas. No justo, ni sensato que colombianos, hermanos y compatriotas nuestros, hayan tomado las armas para crear violencia en nombre de la justicia. No es justo que reinen las paradojas y los contrasentidos haciéndonos creer que una violencia es buena y otra, es mala. La violencia, es una sola y es nociva, dañina y perniciosa. Sus efectos conducen a la muerte, sus efectos llenan de viudas y de huérfanos nuestras calles, sus efectos dejaron desolados nuestros campos y llenas las ciudades de suburbios en los cuales luchan por la sobrevivencia nuestros hermanos colombianos.
Ya es tiempo, de parar este desastre. Ya es tiempo de sentarnos a planear nuestro presente y nuestro futuro. Ya es tiempo que los colombianos muramos tranquilos en la cama y con el estómago saboreando el alimento diario. Ya es tiempo que los políticos y dirigentes de este país despierten de ese largo sueño, bajen por las escaleras de la realidad y sientan que esta sociedad necesita cambios. Ya es tiempo que la armas que tanto daño han hecho, duerman eternamente en sus fundas de amor sin hacerle daño a nadie. Ya es tiempo que ustedes hermanos guerrilleros, vengan y sin violencia y con el arma de la reconciliación, nos abracemos con la ternura de seres humanos y de colombianos y juntos construyamos sueños de paz y de amor eternamente. Amén
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