El alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, ayer durante el cierre de sesiones ordinarias el Concejo.

Fotos | Tomada de Facebook Concejo de Manizales | LA PATRIA El alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, ayer durante el cierre de sesiones ordinarias el Concejo.

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El alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, ayer durante la clausura de sesiones ordinarias del Concejo aprovechó para hablar sobre la crisis que se desató por firmar un memorando de entendimiento con Randy Thompson, que se presentó como delegado de Liberland, una nación que no existe, con el supuesto fin de dar cinco mil cupos para aprender inglés. Se le volvió un escándalo que llegó hasta medios internacionales y hay una demanda en Fiscalía.

El mandatario dijo que la primera parte de su discurso de ayer ante la Corporación lo hizo su equipo de trabajo, en el que confía plenamente. “No lo leí antes de llegar aquí, confié en sus palabras. No es una puesta en escena, es la verdad. Así pasó lo de Liberland, confié en mi gente y hoy sigo confiando en ellos”. 

Reconoció: "Yo creo he cometido demasiados errores como líder". Aseguró que eso lo ha edificado como persona. “Todo lo que ha pasado en la ciudad es culpa mía”. Agregó que antes buscaría responsabilizar a otros y que hoy es consciente en asumir su responsabilidad. 

Sostuvo que está en un punto de inflexión para mejorar y avanzar. “Me parece injusto que se opaquen tan bellos resultados por culpa de mi liderazgo… las cifras se deben a mi equipo de gobierno y una ciudad que ha trabajado sin descanso”. 

Reiteró que espera corregir su camino, para evitar episodios como el que protagonizó con su amigo Arturo Espejo Arbeláez, quien era el gerente de Emsa - Lotería de Manizales y quien divulgó reveladores audios por WhatsApp con denuncias en su contra. “Lo de Arturo fue lamentable, jamás como líder pensé enfrentarme a una situación como esas”. 

Mencionó de nuevo el escándalo de Liberland y la visita del presidente, Gustavo Petro, al quien le dijo que el Aeropuerto del Café era un proyecto de las élites, olvidando que el Municipio es aportante de esta iniciativa. Ciudadanos, gremios y políticos lo criticaron duramente. 

“Fue lamentable lo que sucedió en una góndola del cable aéreo producto de la presión. Fue lamentable lo que sucedió con Liberland producto del exceso de confianza, pero no pude ser lamentable que yo como persona no pueda cambiar, y tengo que cambiar”. 

Marín mencionó de nuevo su voluntad de cambiar y que entendió que más que buscar reconocimiento debe enfocarse en el bien de Manizales. “Trabajé tres años esperando que me reconocieran y Dios me ha llevado al punto más ávido de irreconocimiento, porque me ha demostrado que yo no tengo que trabajar para que alguien me vea, si no trabajar por el bien de una ciudad. Los resultados están ahí. Lo que les pido es que juzguen con criterio, y que a veces que las cosas que suceden que no tienen fondo no nos desvíen la atención”. 

En medio de su discurso agradeció a su esposa, Valentina Acevedo, quien lo ha acompañado durante estos días y lo ha motivado a avanzar. “He pensado en todas las acciones, en irme, en despedirme, en partir, y ya las viví todas, y salir corriendo no es la solución a ningún problema…La acción más consciente es seguir adelante, recomponer y mejorar…No me he robado un solo peso con eso estoy supremamente feliz”. 

El alcalde de Manizales le pidió a su equipo de trabajo más juicio técnico y rigor de ahora en adelante, indicó que cada lunes harán un comité técnico para el seguimiento de las obras públicas. Según él, por no haber estado encima de estos proyectos es que no han estado saliendo bien, se refirió en específico el bulevar de la 48, obra que debió entregarse el 21 de diciembre del año pasado y que va por su quinta prórroga. 

“Es una falta de respeto que una calle que dura 30 segundos transitando, que dos cuadras, que el bulevar de la 48 hasta hoy no se haya podido terminar, eso es una grosería. No le tengo que echar la culpa a nadie, eso es culpa mía. Eso se tiene que terminar este año y recomenzar el próximo”, apuntó.  

Sobre el año que le falta de mandato, Marín afirmó: “Si sigue habiendo, primero, falta acción nuestra e irreflexión en el camino, la ciudad la va pasar mal, porque se va a quedar un año en el limbo, mientras llega otro alcalde a tratar hacer algo”. 

En el cierre de su intervención habló sobre el alumbrado navideño, que regresar a realizarse con Chec, y la edición 66 de la Feria de Manizales que ha tenido más rumores que anuncios y se presentará esta noche de manera oficial en la Plaza de Bolívar. “Este año siento que será una feria muy importante, que pido a todo el equipo de trabajo que salga a la perfección, si sale algo mal saldré a reconocer que fue responsabilidad mía”. 

Finalmente le agradeció de nuevo al Concejo por aprobarle $965 mil 402 millones para el 2023. “Han demostrado una grandeza en este presupuesto, cuando todos se pudieron pinchar, dijeron vamos para adelante, lo que ha pasado no es tan grave y vamos a seguir”, finalizó.