Recibo la noticia del Nobel cuando por casualidad viajaba por los países escandinavos. Sin desaprovechar esta oportunidad, asistí al evento después del anuncio del ganador del premio en Oslo, Noruega. Allí tuve la oportunidad de discutir con la líder del comité Nobel noruego Kaci Kullman Five sobre sus opiniones de la paz mundial y sobre el mensaje que ella le quiere dar a los jóvenes colombianos, quienes están divididos en opiniones sobre como llegar a la paz.
Fue después de su charla y de nuestra discusión que por fin encontré mi opinión sobre este reconocimiento: el presidente Santos y Colombia merecen este premio. Me decía Kaci, una de las mujeres mas influyentes del mundo; este premio es para un ser humano que ha escogido la vía de la paz para solucionar un conflicto que lleva mas de 50 años; ese es el perfil de un premio Nobel de Paz. Entre palabras, entendí también que el comité había apreciado mucho que el presidente tratara de unir a todos los partidos después de tener un resultado negativo en el plebiscito.
Después de agradecerle por su tiempo y aceptar su recomendación de comunicarle a los jóvenes de mi país el mensaje que este comité quería darles, salí del sitio con muchas dudas. Caminé por el puerto de Oslo reflexionando sobre no solo esto, sino sobre todo lo que ha pasado en el país los últimos días. Fue allí que me di cuenta que Santos ha sido una gran bendición para el país.
Antes de contradecirme a mí mismo, retrocedí en el tiempo por un instante. Recordé la operación Jaque; triunfo militar de Santos y de Uribe. Después recordé en el 2010 cuando Santos se posesionó como presidente, dedicándole su triunfo al expresidente Uribe. Recordé también cuando unos meses después Santos haría las paces con presidentes vecinos, quienes no llevaban las mejores relaciones con Uribe, traicionando así los intereses personales de quien le dio la presidencia. Tampoco pasó mucho tiempo antes de empezar a hablar de unos acuerdos de paz que fue un proceso en el que hoy estamos viendo los resultados, cosa que a Uribe tampoco le hacía mucha gracia.
En las elecciones del 2014 yo ya vivía fuera del país, sin embargo mostré abiertamente mi preferencia por el candidato Zuluaga (que equivocado estaba). En parte porque me mantuve escéptico con las negociaciones por varios años y no le creía mucho a este proceso, pues Santos no había continuado un proceso militar, que fue por lo que fue elegido (se podría decir que yo en algún momento, hace unos años fui parte del NO; está bien cambiar de opinión señores). De igual manera su popularidad era baja y más o menos la mitad de la población no lo quería.
Ahí es donde hago una pausa, y me empiezo a identificar un poco con el candidato. Santos es un economista y administrador de empresas, las mismas carreras que yo elegí. También es egresado de Harvard y de la Escuela de Negocios de Londres, dos instituciones que están de primeras entre mis metas. También he querido hacer algo por el país, sobretodo por la paz y el bienestar de mi gente; y de alguna u otra forma Santos lo ha logrado. Él se ha capacitado en las mejores instituciones del mundo y se ha desempeñado con gran éxito en las posiciones mas importantes del país como en el ministerio de defensa; también ha escrito exitosos libros y ha sido beneficiario de la beca de la Fulbright.
Retrocedo al 2010 y me pregunto, ¿si yo fuera Santos, cómo podría mejorar el país? Como economista he estudiado mucho diferencias entre los países que fracasan y los que tienen éxito. Normalmente son las guerras civiles y la corrupción lo que más previene el crecimiento económico. Sin miedo digo que Colombia se beneficiaria de una paz mas que de cualquier otra acción; política o económica. Esta vía le costaría a Santos su popularidad, un esfuerzo gigante y varios enemigos. Él aun así siguió adelante con lo que, en caso de lograrse, sería el acontecimiento para la economía y la sociedad colombiana de su historia. Requirió, para critica de muchos, de 6 años para lograr un documento final, incumpliendo varias fechas que había prometido. Designó a sus mejores hombres a que trabajaran en esta campaña, como el caldense Humberto de la Calle y le dio el máximo apoyo del Estado.
Estoy seguro en Colombia no hay duda de que negociar con Timochenco no es fácil y menos puntos tan delicados. Si todos conocemos lo difícil que es llegar a donde hemos llegado, no solo políticamente al punto de firmar unos acuerdos con los cuales la mitad de la gente está de acuerdo; pero también socialmente, en el punto que todos queremos paz y estamos en la actitud de querer llegar a la paz. Me pregunto yo entonces ¿Por qué hay gente que piensa que él no lo merece? Y si él mismo, al igual que el comité Nobel dijo que el premio era de todo Colombia, ¿por qué piensan que Colombia no lo merece?
Le pregunto también a quienes tanto critican al presidente y cuestionan sus méritos para ganarse el premio; si un proceso liderado por alguien tan capacitado como ya hemos mencionado, con una voluntad infinita para llevarlo hasta su último día de presidencia; acompañado de todo el apoyo político del Estado nacional y agentes internacionales no ha podido producir algo tan bueno como para ganar su aprobación, ¿Considera usted, que pudo haber negociado algo mejor?
El mensaje de Kaci es muy simple, el comité espera que independientemente de lo que cada uno de los jóvenes piense, se debe ser propositivo y argumentativo para llegar a la paz y asegurarse de no ser un obstáculo para ella.
En mi opinión, le fallaríamos si empezamos por criticar que ganamos el premio más prestigioso del mundo, en vez de verlo como una motivación más para la paz.
Martin Jaramillo
Estudiante de Economia & Administración de Negocios
Spring Hill College
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015