Carlos Andrés Cano Marulanda

Carlos Andrés Cano Marulanda.

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LA PATRIA | MANIZALES

Tres frases contundentes lanzaron la fiscal, la defensora de víctimas y el juez para resumir la responsabilidad en una doble tentativa de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego, de Carlos Andrés Cano Marulanda, integrante de la banda El Mesa, en Aguadas.

"Entró fumigando a esa casa"; "Le quitó la oportunidad a un niño de correr, jugar y disfrutar de su edad"; "El menor pagó los platos rotos de las malas decisiones de los adultos", fueron las palabras usadas por estas partes del proceso, tras dos días de juicio, que culminaron con sentido de fallo condenatorio para Cano Marulanda, apodado el Chusco. LA PATRIA estuvo en la diligencia. El juez le dio 37 años.

Su accionar sicarial en el sector de la antigua cárcel de Aguadas, dejó postrado en una silla de ruedas a un menor, de 3 años, y con una lesión en un ojo a una mujer.

El día de los hechos, Cano Marulanda tuvo un problema en el bar Las Vegas, en septiembre del 2022, sector La Olla, de la zona del Suburbio, de esa población, sobre las 6:00 de la tarde. Al parecer, se quebró una botella de cerveza y el Chusco la emprendió contra quien la dejó caer y su hermano. Estas dos personas terminaron golpeadas. "Ustedes y su familia se mueren hoy", sentenció el procesado.

Lastimosamente la situación no paró ahí. Familiares de los afectados acudieron al lugar y se llevaron a los hermanos para sus casas. Más tarde, una mujer les advirtió que se pusieran pilas, que el Chusco pretendía atentar contra sus vidas.

Y así fue. Sobre las 8:00 de la noche, armado con un revólver calibre 32, Cano Marulanda rondó el lugar, como contó en juicio uno de los dos hermanos víctimas, quien dijo reconocerlo por "su caminado picado, moviendo las extremidades, único en ese sector".

Cinco

Aprovechó que la puerta de la casa de sus enemigos estaba abierta y empezó a disparar. "Escuché unos cinco tiros", contó un testigo de la Fiscalía, en juicio. Desafortunadamente unas balas alcanzaron a Emiliano, de 3 años, quien se había levantado de la cama a buscar unas chanclas e ir al baño. Una esquirla rebotó y afectó el ojo de Carolina, esposa de uno de los dos hermanos. Las huellas de los otros tiros quedaron en la puerta, en la lavadora y en un cuadro.

"Esa gonorrea mató a Emiliano", replicó un tío del niño, mientras lo auxiliaba, al tiempo que Cano Marulanda, el sicario, escapaba en una moto. Maritza, mamá del menor, pedía ayuda y gritaba que habían asesinado a su hijo, quien tuvo graves lesiones en la mejilla y en la médula espinal, con afectación de 3 vértebras.

"Está inmóvil, no controla esfínteres, me toca lidiar con él en todo. ¿Por qué no fui yo, por qué él", contó la señora, en medio del llanto, ante el juez de Aguadas. Emiliano permaneció 12 días hospitalizado y su incapacidad médico-legal fue de 65 días, como lo contaron profesionales de medicina durante la audiencia.

"Hay indicios netamente graves que conducen inequivocamente a endilgarle responsabilidad penal a Cano Marulanda, unas amenazas, estar en el lugar de los hechos y huir después de ellos. La identificación no fue porque reconocieran su cara, sino por su particular caminado. No existe duda de que fue quien accionó el arma de fuego, causándole graves lesiones a un niño de 3 años, víctima de los enfrentamientos que se están dando entre organizaciones criminales en El Suburbio. Aunque la lesión de Carolina fue leve, no se mide el resultado, sino la intención, que era fumigar a ese grupo familiar", decidió el juez.

Pena

  • 37 años.

 

 

El abogado de el Chusco quiso demostrar que su cliente, para la fecha de los hechos, estaba en Medellín. Eso no se pudo acreditar.

 

El Mesa

El Mesa es un grupo delincuencial que surgió en Bello (Antioquia), dedicado a la venta de estupefacientes, extorsión, homicidios y desplazamiento forzado.

El Chusco decía por la calle que lo debían respetar, que había llegado a Aguadas a mandar

 

Carlos Andrés Cano Marulanda, integrante de la banda El Mesa, en Aguadas.

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