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Un medio es importante porque representa los valores de una comunidad, pero es mucho más importante cuando cuestiona esos valores, es decir, cuando cuenta las cosas que la gente quisiera no saber, pero es necesario que sepa. Este pensamiento, parafraseado, de la leyenda del periodismo norteamericano Jack Fuller, nos reafirma en la convicción que tenemos en LA PATRIA de ser el medio de comunicación que mejor informe a Caldas y a los caldenses sobre sus realidades. Ese es el compromiso con nuestra comunidad y por eso cada día insistimos en hacer el mejor periodismo posible, porque entendemos que es la manera de servir a quienes informamos.
Desde el domingo de la semana pasada cuando publicamos la información sobre la reaparición de cultivos de coca en Caldas, en veredas de Samaná, el secretario de Gobierno de Caldas, médico Carlos Alberto Piedrahíta, ha estigmatizado a nuestros periodistas y a este periódico con afirmaciones infundadas y temerarias. No nos ha bajado de "periodistas prepago", nos acusa de no haberle dado las coordenadas del lugar en el que hallamos los sembrados y descalifica la información haciéndonos pasar por mentirosos. Parece más preocupado por ocultar la realidad que por proteger a las comunidades de la zona, amenazadas por la reaparición de los sembradores de coca, en una región en la que poco a poco vuelven las amenazas y aparecen personas armadas de cuando en vez.
La Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia ha advertido de cómo los señalamientos de los líderes políticos contra medios de comunicaciones generan una carga acentuada de precaución, porque ciudadanos que respaldan esos liderazgos puedan interpretar los señalamientos y estigmatizaciones como un gesto de permisividad y respaldo para atacar a la prensa. Más grave aún es conocer que en consejos de seguridad se ha llegado a insinuar que se diga que los cultivos hallados no son de Caldas. Esta historia ya se vivió en 1993 cuando LA PATRIA denunció la presencia del Bloque José María Córdova de las Farc en el norte y se intentó restarle importancia a la denuncia, preocupadas las autoridades departamentales por la imagen, y luego vinieron las consecuencias que todos conocemos y que no queremos repetir.
Por este motivo, le ofrecemos al gobernador de Caldas, Guido Echeverri, acompañarlos a los sitios en donde estuvieron nuestros periodistas y les mostramos exactamente el lugar en el que los cultivos se hallan, y ojalá esta misma semana. Si es esa la manera de saldar esta discusión estamos dispuestos a ello, a sabiendas de que las pruebas fotográficas, de video y los testimonios de las comunidades samaneñas afectadas no le satisfacen al secretario Piedrahíta. Nuestro interés no es otro que se mantenga la tranquilidad del campo caldense y lo mínimo es que las autoridades defiendan a los habitantes de esa región hoy amenazada por la presencia de personas que llegan a sembrar coca e inseguridad.

En nuestra tarea periodística nos podremos equivocar, pero en ningún caso lo haremos porque tengamos un deseo de dañar a Caldas, ni más faltaba. Nuestro oficio es informar de lo positivo y lo negativo que suceda en la región y cada día hacemos el esfuerzo de hablar de una y otra cosa. Lo que no permitiremos es que se siga denigrando del trabajo de nuestros periodistas. LA PATRIA solo quiere seguir cumpliéndoles a los caldenses en ese pacto tácito convenido de informarle de las cosas que pasen, así afecten la imagen del departamento. Ahora, la tarea de actuar es de las autoridades, esa no es nuestra competencia.