Fecha Publicación - Hora

En el extremo oriente de Caldas se encuentra La Dorada, esa ciudad orgullo de nuestro departamento. Su ubicación estratégica en el centro del país, a orillas del río Magdalena, hace de ella un lugar privilegiado y por tanto pieza indispensable del futuro de nuestro departamento. Este se concibe promisorio con ese terruño tan distinto al resto de la geografía caldense, pero tan necesario para poder completar eso que algunos llaman la caldensidad. Gremios y Gobierno Departamental visitaron este importante territorio para reafirmarles a los doradenses que son parte de Caldas y se les necesita.
Las quejas que expresa muchas veces nuestra región contra el centralismo bogotano son del mismo corte que manifiestan municipios caldenses del Gobierno en Manizales. Contra esos olvidos es que se han emprendido las tareas de toma de municipios y por eso es importante lo realizado el lunes y martes en el Puerto Caldense. Es con hechos como se demuestra la voluntad y se alejan los fantasmas. Al visitar esta región, la dirigencia gremial y política estrecha lazos con los líderes de ese municipio, conoce de primera mano los proyectos, ve razones para insistir en la necesidad de concretarlos y entiende que ese terruño es parte esencial de Caldas.
La ubicación estratégica de La Dorada la ha entendido el propio Gobierno Nacional, que incluyó el municipio dentro del programa de Ciudades Emblemáticas, en las que confía en que en pocos años serán clave para el desarrollo del país. Por eso es indispensable prestarles atención para que su crecimiento sea de manera organizada y se prepare para su futuro promisorio. Esto, porque el pasado nos ha demostrado hasta la saciedad que la falta de planeación y de entender los desafíos que supone el desarrollo puede terminar en procesos truncos o en costosos proyectos que tienen que entrar a corregir lo que se pudo evitar.
Las prioridades de Caldas para integrar mejor a La Dorada pasan por mejorar la vía a Mariquita, la que es una prioridad para acercarnos, pero también para el país, pues es corredor principal, no alterno, al lado de La Línea. Una mejor carretera permitirá al país más competitividad y, por ende, también beneficiará al olvidado oriente de Caldas. A esto se suma, por supuesto, la importancia de recuperar la navegabilidad por el río Magdalena, para lo que el Ministerio de Transporte ha dicho que avanza de manera decidida, después de suspenderse la concesión a Navelena.
Un tercer proyecto, que puede revitalizar a La Dorada como atractivo turístico es el de Malecón, pero bien es sabido que la falla del tramo construido en anteriores administraciones obligan a no cometer los mismos errores. Por eso es de vital importancia el anuncio de que se adelantarán estudios fase tres, lo que brindará la seguridad de realizar una obra que permita contar con el mejor escenario para ello y sin más contratiempos.

Y además de las obras, insistimos en que este tipo de actividades lo que permiten es ganar confianza de los lugareños hacia la dirigencia afincada en Manizales, y de los líderes del centro, con quienes tienen la obligación primordial de sacar adelante a su ciudad. Solo unidos podemos pensar en mejorar las condiciones de los caldenses. Por eso, esperamos que esta sea la primera visita de muchas y que sea ejemplo para hacer misiones similares en otros municipios de Caldas.