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Hoy se cumplen los primeros dos años de gobierno del presidente Iván Duque, quien según una encuesta del Centro Nacional de Consultoría, realizada del 3 al 5 de agosto, tiene un nivel de aprobación del 61%, cifra bastante positiva si se tiene en cuenta que antes de la llegada a Colombia de la pandemia de covid-19, en marzo, estuvo en 24%. En la mitad de su mandato, la gestión es considerada buena por el 44%, regular por el 38% y mala por el 18%, según la misma encuesta. Sin embargo, el 60% considera que el país está peor que hace dos años, mientras solo el 35% cree que está mejor y el 5% no sabe o no respondió.
Con otras metodologías, la consultora de riesgo político Colombia Risk Analysis considera que el gobierno de Duque todavía puede lograr mejores resultados en los próximos dos años. Hasta el momento no ha sido fácil para el mandatario administrar el país, y en los dos años que quedan tendrá la cuesta más empinada y requerirá mayores esfuerzos. Se aproximan tiempos difíciles desde lo económico, lo social y lo fiscal, según Risk. De hecho, considera que la protesta social regresará con fuerza en medio de una situación económica que no será halagüeña, apenas se supere la pandemia.
Buena parte de los colombianos reconocen al mandatario el manejo de la actual emergencia sanitaria, tratando de mantener un difícil equilibrio entre economía y salud, pero el balance para el empleo es muy negativo. Ahora bien, lo más difícil apenas comienza, según lo manifiestan expertos, por la aceleración de los contagios y la urgente necesidad de que los sectores productivos ganen dinámica. Si no hay un buen manejo, sería funesto que se tenga que declarar un nuevo cierre estricto, que llevaría las cosas a un punto crítico.
En economía está comprobado que la infraestructura es generadora de buena cantidad de empleos y del surgimiento de polos de desarrollo. Ese es el camino acertado hacia la reactivación. En ese sentido es satisfactorio que el túnel de La Línea, después de mucha espera, esté a punto de ser inaugurado, y que obras como Pacífico Tres avancen bien. Valoramos el compromiso de Duque con el Aeropuerto del Café que para finales del año tendría el panorama despejado para retomar en serio las obras.
No es bueno el resultado en la implementación del Acuerdo de paz, la defensa de la vida de los líderes sociales y lucha contra el crimen y la corrupción. Y, tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de privar de la libertad, en su casa, al expresidente Álvaro Uribe, la posición de Duque hacia adelante le facilitará o complicará los dos años que le quedan. Muchos creen que la mejor posición que debe asumir el presidente no es salir a profundizar diferencias con el poder judicial, sino encontrar aproximaciones institucionales que fortalezcan la democracia, la independencia de poderes, al mismo tiempo que se establezcan acuerdos para reformar la justicia sin ir a constituyentes.

Esperamos que el presidente Duque acierte en su tarea, y logre dejar un importante legado. Lo cierto es que la historia lo registrará como el mandato de la pandemia, y solo en el mediano y largo plazo podrán calificarse bien sus equívocos o aciertos. La manera en que enfrente las secuelas sociales y económicas y su orientación a una mayor equidad será determinante para lograr un buen recuerdo.