Para niños y adultos ya se ha convertido en tema común hablar de la lonchera, haciendo alusión a lo que se lleva para alimentarse en pausas de trabajo. Pocos elementos, pero nutritivos, se han convertido en parte de lo que se lleva en la vasija o recipiente denominado lonchera, es decir lo que compone el lonch o elementos de nutrición adecuada.
Participando de la Vigilia Pascual en Semana Santa, que comienza en la oscuridad y termina a plena luz entre cantos y jolgorio, se me ocurrió en una de las distracciones o reflexiones que podemos hablar de una “lonchera pascual”, que la Iglesia regala a cada uno para que tenga nutrición de la Fe en el caminar de la vida.
Empieza la Vigilia con la ceremonia de la luz, que convierte la oscuridad en ambiente iluminado por la luz recibida del Señor resucitado que ha vencido la oscuridad de la muerte. Luego, ya sentados para fructífera escucha, se procede a la proclamación de la Palabra de Diios que proclama el sentido de la noche de Pascua, que haciendo memoria de lo querido por el Señor se extiende hasta hoy, todos en vida nueva.
En un tercer segmento de la noche se pasa a la fiesta del agua fecundante y limpiadora, que con el Bautismo de algunos y la aspersión del agua bendecida sobre todos los asistentes para la renovación de las promesas bautismales, vida de fuego y alegría, realiza el llamado a vivir el paso del mar rojo que narra el libro del Éxodo cantando la liberación de la esclavitud en Egipto y la llegada a la tierra, herencia de todos, limpios y fecundos para buenas obras en el diario vivir.
La cuarta parte llega con la cena deseada y celebrada por Jesus con los suyos y para luz del mundo entero: la Eucaristía; es el pan de la vida, cena pascual ya que quien la vive “pasa a vida eterna, segura y feliz”; vivimos unidos en la mesa reunidos y alimentados con el Señor que da “su cuerpo” para vida del mundo. Noche pascual, el paso de Dios por nuestra vida para que andemos cada día en la fe y la esperanza, repletos de gozo y fuerza para el camino.
Si quieres abre hoy tu lonchera y coloca en ella cinco regalos que te da el Señor para el camino: la luz de una vida nueva con la Resurrección, la palabra divina en tu Biblia, el agua para la sed de vivir y el pan y vivo para la fuerza necesaria, y por último no olvides el amor a la comunidad, a los que te rodean .En buena lonchera …. llevas buen alimento. Aleluya.