Es muy interesante buscar la etimología de las palabras porque solo así conoces sus raíces y su significado.
Veamos la palabra pneuma que en griego es soplo, viento; aliento de vida, respiración, espíritu.
Tiene su origen en el verbo pneo que exactamente significa soplar. Espiritualmente es aliento vital divino.
Un bebé se abre a la vida extrauterina con una respiración y, un día, con un paro respiratorio se deja de vivir.
Un sabio hace años dijo a sus inquietos discípulos en La India: “Meditar y orar es la respiración de su alma”.
Cuando meditas y oras, tu espíritu se nutre, tu consciencia se expande y todo tu maravilloso ser se beneficia.
La palabra pneuma viene del término neumático y es gracias al aire en las ruedas que los vehículos se movilizan.
Ten bien presente a Dios en el día y, aunque no sientas un soplo divino, ama a Dios quien habita en tu ser y te alienta.