Escena 1: el miércoles a las 7:30 a. m. Caracol Radio entrevista a Nórida Rodríguez, gerente del sistema de medios públicos, RTVC. Ella, reconocida actriz, dice que se siente acosada por las denuncias sobre irregularidades en la contratación que han salido por la W Radio y agrega: “creo que Hollman Morris quisiera estar en mi cargo, pero a quien designó el presidente Gustavo Petro fue a mí”. Morris es el subgerente de televisión en RTVC y Nórida Rodríguez es su jefe. Le preguntan: “¿Hollman le da instrucciones?” Responde: “¿A mí? Que se atreva…”.

Escena 2: mientras Caracol tiene al aire a la gerente de RTVC, el periodista Juan Pablo Calvás informa en la W: “ante las investigaciones periodísticas realizadas por este medio se le ha pedido la renuncia a Nórida Rodríguez desde la Presidencia de la República”.

Escena 3: a las 10:00 a. m. el MinTic Mauricio Lizcano publica en Twitter: “Ante la decisión de la Presidencia de la República de hacer un cambio en la dirección de RTVC (…) el Ministerio entrará a revisar y fortalecer el correcto funcionamiento”.

Escena 4: el viernes a las 5:33 a. m. el periodista Jorge Espinosa escribe en Twitter: “podemos confirmar en Caracol Radio que Hollman Morris será el nuevo gerente de RTVC”.

Bambalina 1: ¿no hay en el gobierno de la Colombia Humana alguien que coja un teléfono y le avise a Nórida Rodríguez que ya no va más? Es como si además de sacarla buscaran humillarla dejando que alardee en medios sobre un respaldo presidencial inexistente.

Bambalina 2: las denuncias de la W Radio sobre RTVC incluyen alta parcialidad informativa, caos administrativo, favorecimiento a familiares del gerente administrativo Jorge Luis Arzuaga y un contrato por $15,4 mil millones con la Agencia Nacional de Tierras para que RTVC haga logística de eventos. Yohir Akerman escribió hace poco en Cambio que en 2023 “Telecafé, sin mediar ninguna licitación, obtuvo un acuerdo por $62 mil millones con Mininterior para realizar sus eventos. Sin embargo, quienes terminaron ejecutándolo son seis empresas subcontratistas, entre las cuales la principal es Du Brands”. Entre los subcontratistas de RTVC también aparece Du Brands.

Bambalina 3: Mauricio Lizcano, el MinTic que dice que fortalecerá RTVC, tiene un antecedente serio de censura de prensa. En 2017 el programa de Pirry investigaba a Lizcano, en ese momento presidente del Congreso, por posible acceso a información privilegiada en la compra de una finca para montar una estación de gasolina sobre la futura vía Pacífico Tres. Cuando la denuncia iba a salir al aire el Canal RCN canceló el programa de Pirry y dejó a 25 personas sin trabajo. Poco antes el Congreso había hundido el IVA a las gaseosas, medida que benefició a Ardila Lülle, dueño de Postobón y RCN. Lizcano aseguró que fue una infortunada coincidencia, pero la Flip consideró que la coincidencia fue sospechosa.

Bambalina 4: la contratación de influencers y bodegueros como Wally y Don Izquierdo envía un mensaje preocupante sobre la militancia política en los medios públicos. La zozobra actual entre los contratistas de RTVC (yo lo fui por poco tiempo, y hasta hace unas semanas) recuerda la que se vivió hace una década, cuando Hollman Morris gerenció Canal Capital en la Alcaldía de Gustavo Petro. En 2014 los periodistas Mauricio Arroyave y Manuel Salazar denunciaron vetos editoriales e injerencias en los contenidos informativos y salieron del canal en medio de enormes dudas sobre el equilibrio informativo de ese canal público. Las acusaciones antiguas y recientes contra Hollman Morris incluyen acoso laboral, violencia de género y sectarismo, pero hoy como ayer Petro lo respalda. Durante la presidencia de Iván Duque RTVC censuró a Santiago Rivas, director de Los Puros Criollos, por considerarlo poco afín al gobierno. Es paradójico que en el gobierno del cambio tantos contratistas (incluso los que votaron por Petro, aunque eso debería ser irrelevante) estén temiendo la misma persecución por razones ajenas a la idoneidad profesional.