Este martes el alcalde de Manizales publicó un video en Facebook en el que anunció emocionado que estaba con Randy Thompson “representante de una ciudad-estado que queda en El Danubio (…) con la que vamos a abrir 5.000 cupos para aprender inglés (…) y por eso nos place mucho firmar este memorándum de entendimiento entre el gobierno de Manizales y el de Liberland, con el que acordamos establecer relaciones diplomáticas mutuas de conformidad con el derecho internacional”.
El video del oso más grande registrado en Manizales dura casi 6 minutos. Ningún país reconoce a Liberland como Estado y por eso el miércoles La Patria tituló en primera página: “Alcalde Marín firma memorando con país de papel”.
¿Liberland? En segundos Google me llevó a El Clarín de Argentina: “Liberland, la nación donde no vive nadie”. La web oficial de Liberland dice que su sede colombiana queda en Ibagué. Eso fue lo que vi el martes en Internet, pero como a nadie de la Alcaldía se le ocurrió buscar, entonces hoy el algoritmo es distinto: al teclear “Liberland” aparece “Liberland video humor”, “Liberland Manizales”, “Liberland fraude”, “Liberland paraíso fiscal”, “Liberland metaverso” e información sobre Randy Thompson y sus líos judiciales. El audio que circuló hace 15 días en el que Arturo Espejo le dice care bobo al alcalde fue una premonición: su rostro con la banderita de Liberland llegó hasta CNN, El País de España, Infobae y todos (¡todos!) los medios nacionales. Carlos Mario cumplió su sueño de ser viral y tener millones de clics, aunque el Defensor del Pueblo diría: esto salió mal.
¿Cómo es posible? preguntan en el resto del país, pero no en Manizales. Obvio que es posible. “No solo es Liberland, otras salidas en falso del alcalde de Manizales” publicó El Colombiano. El periodista Luis F. Molina preguntó en Twitter por el oso más grande del alcalde y obtuvo 63 respuestas: cuando publicó una foto de su luna de miel “en directo”, en la cama con su esposa, cubiertos solo por una sábana; o cuando grabó un video de su postoperatorio, con la nariz sangrosa e hinchada; o cuando le dijo a Petro que Aerocafé es un proyecto de élites; o cuando tras la captura de unos jóvenes en el paro nacional dijo “démonos todos un abrazo”, o cuando el día de las elecciones se arrodilló para rogar que votaran por él; o cuando retó a quienes lo abuchearon en el Pregón de la Feria; o cuando le dijo a Juanpis González que su plan de gestión consiste en “devolver el entusiasmo a la gente”; o cuando bloqueó a sus críticos en Twitter, o cuando hizo una transmisión en directo preparando el desayuno desde su cocina… Hay tanto para avergonzar que, aunque Liberland deja la vara alta, en el año que falta Carlos Mario se puede superar.
Así como hoy recordamos a la señorita Antioquia que en 2008 dijo “hombre con hombre mujer con mujer”, en 2040 Carlos Mario aún será el alcalde de Liberland. Esta semana su insignificante gestión quedó reducida a memes y stickers virales, en una catarsis de risa colectiva como terapia para superar entre todos el trauma de tenerlo al frente de la ciudad.
Desde el martes el alcalde no aparece ni en redes; Santiago Osorio, el representante-primo, evade el tema diciendo que está ocupado en la Cámara (en campaña decía que estaba en la peluquería); Prensa de la Alcaldía no ha rectificado el comunicado en el que aseguró que Pereira, Santa Rosa y Risaralda firmaron convenios similares, aunque esos mandatarios lo desmintieron y explicaron que Randy Thompson sí les pidió cita y foto, pero no firmaron nada. En cuanto a las activas bodegas verdes en redes, intentaron que la Cancillería aclarara la situación, pero enmudecieron desde que el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo en Caracol que consideraba innecesario pronunciarse. Sobre Liberland el Gobierno Nacional opina lo mismo que sobre nuestras relaciones bilaterales con Narnia o Wakanda.
Falta esclarecer lo de las firmas falsas de los otros gobernantes, saber si algún órgano de control averiguará por este circo y verificar cómo se protegerá el habeas data de quienes dejaron información personal en el enlace de Liberland que circuló desde la Alcaldía.
Ante la payasada más grande que recordemos algunos piden la renuncia del alcalde. Lo mínimo sería reconocer el error y disculparse, pero para eso se necesita un alcalde maduro. El nuestro vive imaginando teorías conspirativas, como si habitara en un juego de tronos: está muy verde.