Alma Guillermoprieto

Soy crítico reincidente de las antologías periodísticas, sobre todo, de aquellas de un solo autor, donde parece haber solo afán por publicar un libro. Es como si se mirara lo realizado en años de oficio y se ilumina el cerebro: haré una antología.

Si algún día se deja seducir por esta idea, por favor, tenga en cuenta que para que el texto valga la pena es importante hacer la compilación con ojo de editor:

 

  • Separe el grano de la paja. No todo merece estar ahí. Encienda su yo autocrítico.

  • Busque una persona con solvencia intelectual para que valore los textos y guíe a los lectores con una atinada introducción. Que dé las razones por las que vale la pena leer la compilación.

  • No olvide poner una nota a pie de página, que sirva de contexto sobre cada trabajo escogido. Por qué tiene valor esa historia en este libro.

  • Y, por favor, no olvide poner siempre la fecha y el medio en el que se publicó la primera vez. Algunas historias envejecen muy mal y requieren estos datos para entenderlas en perspectiva.

 

Si lo que pretende es hacer una antología que recoja los trabajos de otros, la mejor recomendación es que tome este nuevo libro de Alma Guillermoprieto y aplique lo que ella hizo para la selección. Lo titula La vida toda - Nueva crónica estadounidense (Editorial Debate, 2022).

Nuevo nuevo periodismo

Si Robert S. Boynton habló de El nuevo nuevo periodismo (2009) para diferenciar la generación de nuevos narradores estadounidenses de los que aparecían en el clásico Nuevo periodismo, de Tom Wolfe (1973), esta antología bien pudo entonces ser la del nuevo nuevo nuevo periodismo.

Bromas aparte, se trata de una selección con mirada amplia. Aunque dice crónica, varios encajan en las características de un reportaje: datos puros y duros. También en la selección se permite hasta lo que podría ser una nota ligera, eso sí, bien documentada y mucho mejor escrita. Claro, con fino humor. Porque el humor aparece en al menos tres trabajos seleccionados, algo que nos habla de los gustos de la antologista.

Lo mejor que tiene la selección es que Alma le preguntó a cada seleccionado que destacara algo de su trabajo y en la mayoría de respuestas hay lecciones para aplicar en el periodismo de calidad. Solo uno no pudo ser contactado.

Antes de transcribir esas respuestas, la compiladora hace su trabajo, su propia reflexión, como, por ejemplo, cuando habla de lo que llama "la capacidad metafórica de un relato": “El reportaje de largo aliento de hoy tiene como centro historias que sean sorprendentes y que, sin embargo, nos permitan entender algo mucho más amplio acerca del ser humano o de la cultura en que nos ha tocado vivir”.

 

Las historias

Me impresionó el trabajo de Ginger Thompson, Anatomía de una masacre, la mejor lección de que el periodismo de investigación también puede caber en el género de la crónica. Hubo espacio para el periodismo científico con Susan Dominus y Los mellizos revueltos de Bogotá. Aprendí como nunca de corridos mexicanos con La balada de Chalino Sánchez, de Sam Quinones. Y recogí nuevo material para mi clase de periodismo de investigación con Los secretos de los archivos de Lyndon Johnson, de esa leyenda llamada Robert A. Caro. Es un extracto de su libro Working, “una delicia de texto y una lección de reportería de principio a fin”, según la antologista.

No me acaba de gustar el alargamiento de algunos artículos seleccionados, el exceso de protagonismo de ciertos personajes y definitivamente el periodismo gonzo sigue sin cautivarme. Es respetable que haya quiénes se le midan, pero tiene tanto de voyerismo que me sigue pareciendo casi pornográfico. En cambio, me conmovió hasta los huesos el perfil Leonard Cohen wants it darker, de David Remnick.

Para tanto activista que se casa con sus posiciones y se pretende periodista hoy en día, bien les vendría leer a Rachel Kaadzi Ghansah, quien habla desde su posición de activista, pero con el profesionalismo de ceñirse a los hechos, en Un terrorista muy americano.

Ah, se me quedaba sin mencionar un impresionante trabajo de cobertura electoral de George Sanders, ¿Quiénes son todos estos simpatizantes de Trump? Antropología pura de los seguidores del entonces candidato, pero en narrativa periodística, una poderosa lección de cómo cubrir procesos electorales más allá de los candidatos.

 

El porqué de la selección

Se entenderá (…) que esta antología no representa a los quince mayores narradores de no ficción de nuestros tiempos”, se sincera Alma Guillermoprieto. Explica que los escogió porque hablan de temas nuevos, o de temas viejos con enfoques nuevos o que hubieran “logrado prodigios de reportería, ciñéndose a las normas clásicas , en condiciones de gran dificultad”.

Esa es la clave de las antologías, los porqué de la antologista y ese es el mayor valor. En este caso que lo haga una maestra de la narrativa periodística contemporánea me parece un acierto. Gracias a ella por este regalo que nos reconcilia con el oficio y recuerda eso que tanto repito en mis clases:

«en la medida en que entendamos que tenemos una narrativa propia, la capacidad de aprovechar el discurso periodístico para contar grandes historias, podremos alargar la vida útil de nuestro oficio. Si seguimos narrando como embutidos, debemos ser conscientes de que estamos cavando la fosa de nuestra futuro».

 

Subrayados de Alma

  • La noticia premia la velocidad, la crónica, la lentitud.

  • La crónica es veraz, pero también es literatura.

  • No olvido que toda reportería es inevitablemente una forma de autobiografía.

  • El yo en la crónica es un personaje inventado que sirve a sus diferentes autores para diversos fines.

  • Siempre se agradece una virtud demasiado escasa en el periodismo: el humor

 

Subrayados de los escogidos

  • En las entrevistas, el silencio es el arma, el silencio y la necesidad de las personas de llenarlo (Robert A. Caro).

  • La distancia periodística es necesaria para mantener la autoridad y la confianza, pero al mismo tiempo puede inhibir la comprensión plena de una experiencia. (Emily Witt).

  • He trabajado mucho para aprender cómo superar las cosas que me hacen distinta y conectar con mis entrevistados, empezando por dejar en claro que, para mí, ellos no me resultan tan indiferentes. (Ginger Thompson).

  • La no ficción nos permite invertir la mirada antropológica e interrogar y desestabilizar la herencia de clase y raza con que cargamos. (Rachel Kaadzi Ghansah).

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