Gustavo Petro envía un mensaje al país con su primeros cambios en el gabinete ministerial.

Foto | Cortesía Casa de Nariño | LA PATRIA

Gustavo Petro envía un mensaje al país con su primeros cambios en el gabinete ministerial.

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EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ

Las reformas sociales del presidente de Colombia, Gustavo Petro, han detonado, antes de completar siete meses en el Gobierno, la primera crisis de su gabinete del que fue destituido el ministro de Educación, Alejandro Gaviria, crítico con los cambios propuestos a la salud, y con él, las titulares de Cultura y Deporte.

Los cambios fueron anunciados la noche del lunes por el mandatario en una alocución en la que manifestó que su Gobierno "no va a renunciar a reformar para mejorar la salud, las pensiones y las condiciones laborales justas para todos los colombianos".

En sentido, la sustitución de Gaviria por Aurora Vergara, una de sus viceministras de Educación, no sorprendió ya que el funcionario, que fue ministro de Salud durante siete años en el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), es un crítico de la reforma del sector.

"Es muy difícil para un ministro tratar de mantener una línea un poco disidente en el Gobierno; Alejandro Gaviria tenía reparos sobre la reforma de la Salud por haber sido ministro de Salud antes, hizo la apuesta de entrar en el Gobierno y de tratar de tramitar esas diferencias para buscar consensos y de cierta forma moderar esa reforma pero no funcionó", explicó Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario.

 

Ministras fortalecidas

En la alocución en la que Petro anunció los cambios ministeriales aparecieron en primera fila a su lado las ministras de Salud, Carolina Corcho, y de Trabajo, Gloria Ramírez, promotoras de las reformas que el presidente considera prioritarias, una señal de que ambas ganaron este primer pulso a los críticos de los cambios.

"Si uno ve la imagen de anoche, con las dos ministras encargadas de la reformas al lado del presidente pues sí, es simbólicamente un espaldarazo a ellas", dijo Basset, quien sin embargo aclara que más temprano Petro se reunió con jefes de partidos aliados para recabar apoyo legislativo a las reformas y manifestó disposición a negociar.

El mandatario dijo que el Gobierno está "en un momento decisivo para nuestras reformas" y seguirá "buscando consensos y acuerdos para consolidar y profundizar" esos cambios.

"Hemos acordado que los presidentes de los partidos nos traerán propuestas para los artículos que consideren deben ser modificados", agregó Petro.

El mandatario aclaró ayer que ni la posible incorporación a la reforma de la salud de propuestas de partidos aliados ni los cambios ministeriales conllevarán cargos para quienes lo apoyen en el Congreso.

"Cambios ministeriales no dependen de la reunión con los presidentes de los partidos", escribió en Twitter el presidente, quien dedicó la jornada de ayer a reuniones con una comisión de atención a veteranos de guerra y a otros asuntos internos.

 

La controversia de la salud

La reforma de la salud ha causado una honda controversia en el país porque, según sus críticos, pondrá en riesgo la sostenibilidad de un sistema que, a pesar de sus numerosas fallas funciona, pero la ministra Corcho dijo el fin de semana que es de esperar que el proyecto de ley presentado al Congreso sufra modificaciones.

"Los proyectos de ley siempre se modifican en el Congreso (...) somos conscientes, evidentemente, de que en el debate democrático diverso del Congreso de la República van a surgir modificaciones, como todo proyecto de ley, como ocurrió con la reforma tributaria y como ocurre permanentemente con los proyectos que presenta el Gobierno", manifestó.

Si los motivos para el cambio del ministro de Educación son claros, el de las titulares de Cultura, Patricia Ariza, y de Deporte, María Isabel Urrutia, no lo son tanto y las afectadas aseguran que se enteraron de su destitución minutos antes del anuncio y que Petro ni siquiera se comunicó con ellas.

La sustitución de ambas se debería a supuestas quejas por su falta de gestión, pero en ningún caso el relevo es para abrirle paso a nuevos aliados en el trámite legislativo de las reformas.

"Esos cambios no tienen nada que ver con la reforma", opina Basset, quien asegura que entre las tesis que se barajan está que el presidente "aprovechó para cambiar estas ministras porque consideraba, por distintas razones, que no estaban dando los resultados que se quería", indicó Basset.

La sustituta de Urrutia en Deportes será Astrid Rodríguez, mientras que el de Ariza en Cultura será, a título de encargado, Ignacio Zorro, quien según medios locales, es hombre de confianza de la primera dama, Verónica Alcocer, y profesor de piano de una de las hijas del presidente.

Con esta primera crisis ministerial Petro parece haber enviado mensajes de hasta dónde está dispuesto a ir por sus reformas, de que no permitirá "fuego amigo" en su gabinete y de que sus colaboradores más cercanos tienen que mostrar más resultados.