Habría mortandad de peces, tras prender El Quimbo

Colprensa | LA PATRIA

Una advertencia lanzó la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) a los piscicultores de Betania (Huila), ante el encendido de las turbinas de El Quimbo.

Según dicha autoridad, se pronostica una mortandad de peces de entre el 25% y el 40% durante los primeros quince días de operación del embalse.

El temor aumenta ante el anuncio de la reactivación de la hidroeléctrica El Quimbo, por decisión de un juez de Neiva, por lo que Aunap emitió las primeras recomendaciones a los piscicultores que producen tilapia en el sistema de jaulas flotantes en el embalse de Betania.

Según dicha asociación, una vez prendidas las turbinas el movimiento del agua y el tránsito de la corriente del río comenzarán a mostrar sus primeras consecuencias en la producción de alevinos.

Además, no es recomendable que los piscicultores siembren antes de 45 días, a partir de la fecha en que empiece a funcionar la hidroeléctrica.

Teniendo en cuenta que las aguas de El Quimbo estuvieron represadas desde el pasado 16 de diciembre, esto conllevó poco oxigenación y baja calidad de las mismas.

La Aunap, emitió el pasado 8 de mayo un concepto técnico que dice “para el óptimo funcionamiento productivo piscícola de Betania es imprescindible tener un caudal de ingreso mínimo de 160 metros cúbicos de agua por segundo”.

Con la entrada en operación de El Quimbo, se espera que comiencen a ingresar solo 110 metros, un 30% menos del caudal requerido.

Por El Niño

Pero además, el fenómeno del Niño también ha influido en los ríos disminuyendo notablemente sus caudales, principalmente el del río Páez, (afluente de soporte para la represa), lo que sumado a su caudal ecológico no es suficiente.

Según la Aunap, una de las alternativas más viables es la puesta en operación de las turbinas de El Quimbo, con el propósito de evitar que se mantenga el agua estancada.

Bajo esta situación la descomposición de materia orgánica se podría incrementar, lo que sumado a la escasez de oxígeno afecta a la población de peces. Así las cosas, al no haber un recambio adecuado de agua podría desencadenarse una mortandad de peces nativos y de cultivo.

"Es urgente garantizar el tránsito del agua para asegurar los procesos biológicos naturales en el embalse de Betania, y por ende que los pescadores artesanales puedan realizar la actividad y suplir con la pesca sus necesidades básicas”, concluyó Myriam Larrahondo.

Según las autoridades ambientales, la reactivación de El Quimbo no solo es necesaria para obtener caudales necesarios, también para prevenir problemas y alteraciones ambientales. La idea es que el agua del río Magdalena fluya más, no solo para contrarrestar los niveles de caudales mínimos por cuenta de la sequía, sino por darle de oxigenación al agua.

La represa *

La represa, que inundó unas de 8.000 hectáreas, es un proyecto que viene desde el 2008 y que se puso en marcha solo el 16 de noviembre del año pasado. El tribunal lo había frenado por primera vez en julio del 2015, pero un decreto presidencial de octubre le permitió operar. La Corte Constitucional consideró tal decreto inexequible el 10 de diciembre, lo que generó la posterior suspensión.

A mediados de diciembre, el Tribunal Administrativo del Huila nuevamente decidió frenar El Quimbo hasta que no se garantizara que los caudales de entrada a Betania fueran los recomendados para la piscicultura, se verificara la calidad del agua y se comprobara que la materia orgánica del vaso del embalse fuera retirada, de acuerdo con información de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).

* Con información de El Tiempo