Los búhos en la Catedral de Manizales. Un búho moteado (Strix albitarsis) y un búho de anteojos (Pulsatrix perspicillata). 

Fotos | Cortesía Corpocaldas | LA PATRIA Los búhos en la Catedral de Manizales. Un búho moteado (Strix albitarsis) y un búho de anteojos (Pulsatrix perspicillata). 

El Semillero de Investigación en Ornitología de la Universidad de Caldas (SIO-UC) y ornitólogos del departamento se pronunciaron este lunes sobre el ensayo que Corpocaldas realiza desde el 30 de enero con dos búhos para el control de palomas como especie invasora en la Catedral de Manizales.

Una de las dos aves fue retirada, según la Corporación, porque no se adaptó. La medida fue criticada por biólogos, ornitólogos y observadores de aves en redes sociales.  

En su comunicado SIO-UC rechaza este tipo de experimentos en los que se involucra fauna silvestre y le solicitan a la Corporación terminar el ensayo. "Y ejercer su poder como autoridad ambiental de forma ética, responsable y sobre todo informada con profesionales expertos en el tema".

El Semillero explica, citando distintas investigaciones, que en el mundo los búhos y las lechuzas pertenecen a un orden diverso, con un total de 250 especies descritas en el mundo y en Colombia se han registrado 28 especies de búhos y una especie de lechuza. "Debido a sus hábitos nocturnos, aún son pocos los estudios sobre algunos aspectos de su ecología. Sin embargo, se sabe que son especies clave en la determinación de la estructura y organización de las comunidades biológicas, ya que al ser depredadores pueden consumir mamíferos, reptiles, anfibios, aves e insectos, y algunos se especializan en comer peces". 

Sobre las dos especies usadas en el mencionado en el experimento de Corpocaldas en la Catedral, SIO-UC apunta a que son búhos de zonas boscosas con hábitos alimenticios muy diversos. "El búho moteado (Strix albitarsis) se alimenta en su mayoría de insectos y las aves no son una presa frecuente dentro de su dieta. En cuanto al búho de anteojos (Pulsatrix perspicillata), si bien, tiene una dieta más variada que incluye aves, su alimentación consiste principalmente en pequeños mamíferos". 

En su misiva SIO-UC recuerda que en programas de manejo integrado de plagas se ha implementado el uso de lechuzas Tyto alba como depredadores de roedores. "Sin embargo, para la implementación de estos programas es básico conocer la historia natural de las especies usadas y el tipo de interacciones ecológicas que tiene con el entorno y sus presas". 

Agrega: "En el caso del búho de anteojos y el búho moteado, definitivamente presas grandes como palomas en ambientes urbanos como la Catedral, no hacen parte de su biología. Es también importante mencionar que, considerando que estos individuos están en un proceso de rehabilitación, son mucho más sensibles y propensos a sufrir estrés. El exponerlos a un área que no es su hábitat natural, con la cual nunca han estado relacionadas, no hace parte de buenas prácticas de rehabilitación. Esto, sin mencionar el gran riesgo al que se exponen ante las enfermedades zoonóticas que habitan naturalmente en lugares con presencia de especies exóticas como la paloma doméstica (su potencial presa)".

El Semillero indica que no desconoce el efecto negativo que tienen las palomas sobre la infraestructura arquitectónica, los ecosistemas y la fauna que frecuenta los entornos urbanos y comprenden la necesidad de ocuparse de esta especie de aves, por eso recomiendan utilizar: "Metodologías efectivas previamente probadas en otras ciudades, como lo son la cetrería autorizada, desarrollada por entidades expertas en rapaces cazadoras de palomas, esterilización de individuos o exterminio directo de las mismas". 

Por tal motivo SIO-UC califica el ensayo de Corpocaldas como un acto de irresponsabilidad con la salud y bienestar de estos búhos y consideran que esta decisión no fue tomada bajo los mejores criterios y sin la asesoría adecuada. "Como estudiantes, profesionales e investigadores nos preocupa profundamente que tales hechos hayan sucedido bajo consentimiento de la autoridad ambiental de nuestro departamento, y nos lleva entonces a preguntarnos cuáles son sus criterios técnicos y asesoramiento para tomar tales decisiones. No solo para este caso en particular, sino para futuras decisiones de importancia ambiental en Caldas".

Finalmente el Semillero invita a Corpocaldas a evaluar lo sucedido. "Creemos fielmente que una situación similar no debería volverse a presentar bajo ninguna circunstancia. De igual manera, expresamos este comunicado no solo como una postura crítica frente a los hechos, sino también como una necesidad de tomar el debido asesoramiento frente a decisiones similares en un futuro". 

Lea aquí el comunicado completo