Ciro Ramírez, senador capturado por un nuevo capítulo de las Marionetas.

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Ciro Ramírez, senador capturado por un nuevo capítulo de las Marionetas.

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LA PATRIA | MANIZALES

El irrespeto que sufría aparentemente Alejandro Noreña Castro, exasesor del exgerente de Proyecta Quindío, Pablo César Herrera Correa, a manos de Mario Alberto Castaño Pérez, lo habría llevado a quitarle su apoyo en las aspiraciones a obtener una curul en el Congreso en las elecciones del 2022 para brindárselo al hoy senador Ciro Ramírez Cortés.

Hoy, la versión 2.0 de Las Marionetas promete seguir enlodando a más de uno y con la persecución penal finalizada contra el exsenador pacoreño del Partido Liberal (fallecido en noviembre pasado), sigue faltando tela para cortar.

Ahora es el senador boyacense del Centro Democrático quien enfrenta cargos por concierto para delinquir agravado, cohecho, tráfico de influencias en servidor público e interés indebido en celebración de contratos. Lo enviaron a la cárcel. Herrera y Noreña, ambos caldenses, decidieron hablar ante la Corte Suprema.

Una visita incómoda

Pablo César Herrera Correa, hoy en detención domiciliaria a la espera de llegar a un preacuerdo (principio de oportunidad), tras permanecer en La Picota, recordó que Ciro Ramírez lo visitó en su reclusión en octubre del 2022 y se hizo pasar como su abogado, situación que le sorprendió porque no esperaba su llegada.

La guardia del Inpec lo trasladó a un sitio privado y allí se encontraron. Dijo notarlo preocupado y costernado (incluso lloró), además de ofrecerle ayuda, planteamiento que no fue claro. Acto seguido le preguntó si había tenido acercamientos con la Fiscalía y le respondió que no.

Noreña indicó que conoció a Ciro Ramírez en el Club Manizales por medio de Ánderson González, otro contratista implicado en los direccionamientos, y se analizó apoyar al político debido al distanciamiento generado con Castaño Pérez. Esos encuentros se extendieron a Bogotá por medio de Katherine Rivera, de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) del boyacense.

De acuerdo con Caracol Radio, en testimonio del exasesor Noreña Castro a la Fiscalía, este dijo que temía por su vida y la de su familia por el trato grosero del político caldense y que existían rumores de que atentaría contra él. Por eso, decidió en repetidas ocasiones no mandar a su hijo al colegio.

"De igual forma, los rumores en donde me encontraba recluido en las celdas de Paloquemao eran que a Juan Carlos Martínez (el 'Hombre del Maletín', mano derecha de Castaño, que huye de la justicia) lo habían descuartizado y que así no hablaba nadie, además de que había dos personas de los allí recluidos que iban a llevar a una cárcel a darles mala vida, y asumía que, entre esas dos personas estaba yo", reseña el medio sobre lo que dijo el detenido.

El inicio de la relación

Fue en el piso 16 de la Gobernación del Quindío en donde se dieron cita en septiembre del 2021 los miembros de Proyecta y el congresista para hablar sobre el direccionamiento de contratos para favorecer intereses electorales y económicos del hoy procesado, por $48 mil 660 millones. Luego otros 13 por $24 mil 606 millones, todo con la supuesta ayuda de Pierre Eugenio García Jacquier, exsubdirector del Departamento de Prosperidad Social (DPS).

Al parecer, Ciro pretendía consolidar su proyecto político en Quindío, Caldas, Santander y Tolima con el pago de dádivas. Según Herrera Correa, primo del excongresista liberal caldense José Luis Correa, para eso se elaboró un portafolio de servicios que contó con el apoyo del lobista Juan Carlos Martínez para obtener beneficios.

Al ver que Proyecta gozaba de reputación por la ejecución de contratos, Noreña mencionó que Ciro lo buscó para obtener su apoyo político en Caldas e introdujo a Herrera Correa con García Jacquier, durante una reunión en la que no se permitía el uso de aparatos electrónicos, sino que se usaron papeles que luego se destruían.

En esa reunión, mencionó el exgerente de Proyecta, se acordó crear una bolsa para gerencia integral en las zonas de influencia de Ciro Ramírez en Boyacá, Quindío, Tolima, Valle del Cauca, Caldas y Risaralda. Se trataba de un negocio de $170 mil millones para impulsar las carreras de Carlos Fernando Motoa, Julio César García y Miguel Ángel Barreto.

Herrera Correa mencionó también que tras la captura de Mario Castaño le pidió a García Jacquier que le asignara un contrato para percibir ingresos ilícitos ante las posibles dificultades que se avecinaban. El funcionario del DPS aceptó, pero la suscripción de un contrato lo inhabilitaba.

En su relato también indicó que por mediación del exsenador caldense conoció al exgobernador de Quindío Roberto Jairo Jaramillo y así se concretó su nombramiento en enero del 2020. A Juan Carlos Martínez lo conoció en la campaña del 2017 de José Luis Correa.

La defensa de Ciro

El senador sostuvo que conoció a González a mediados del 2021 cuando se lo presentaron en la capital de Caldas como antiguo secretario general del Partido Liberal en el departamento y desconoció sus presuntos negocios turbios, así como de haberle colaborado en materia laboral a Noreña Castro.

Añadió que llegó al Eje Cafetero para darse a conocer, lo que aprovechó para dar una entrevista en Telecafé. Mientras el exasesor de Proyecta mencionó que fue el encargado de cuadrarle su agenda y ordenar dicho paso por el canal regional, Ciro volvió a desvincularse de este hecho.

La indagatoria contra Ciro Ramírez transcurrió en medio de acusaciones de diversos testigos que incluso laboraron en Proyecta, que lo vieron en las oficinas, y su negativa a aceptarlo.

Lo que sí reconoció fue que Noreña Correa le organizó reuniones políticas y hasta fue quien le pagó el alquiler de vallas electrónicas en Manizales, todo consignado en el aplicativo Cuentas Claras. Puntualizó que la visita a la cárcel fue para apoyar a Herrera Correa, porque estaba siendo víctima de acoso sexual.

Las Marionetas

Actualmente hay 44 personas vinculadas, 20 de Caldas, a quienes empezaron a capturar desde marzo del 2022. Entre ellos figuran alcaldes, exalcaldes, contratistas, congresistas y particulares. Hasta el momento se han verificado 114 contratos que ascienden a $112 mil millones.

Juan Carlos Martínez, pieza clave en este caso de corrupción, sigue prófugo junto con su esposa.