Juan Felipe Jaramillo anunció que escribe un libro con reflexiones de su paso por lo público en Gobernación de Caldas y Alcaldía de Manizales, y aprovechará este tiempo para avanzar en él.

Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA

Juan Felipe Jaramillo anunció que escribe un libro con reflexiones de su paso por lo público en Gobernación de Caldas y Alcaldía de Manizales, y aprovechará este tiempo para avanzar en él.

LA PATRIA | Manizales

Se despide de la Secretaría con los resultados de un convenio con Summa Proyección, del Sistema Universitario de Manizales, para definir cómo mejorar en competitividad en la ciudad. Sin embargo, seguro durante mucho tiempo lo seguirán recordando por el escándalo Liberland.

Juan Felipe Jaramillo llegó a la Alcaldía de Manizales como secretario de Planeación para sacar adelante el Plan de Desarrollo, pero de manera inesperada fue movido a la Secretaría de TIC y Competitividad, desde donde promovió el programa de Inglés para el Empleo. Por esto llegó por allí Randy Thompson, supuesto cónsul de Liberland, para ofrecer la bobadita de 5.000 cupos para estudiar inglés de manera virtual. Lo demás es historia. Jaramillo esperaba ayer que la Alcaldía de Manizales le notificara la aceptación de la renuncia. 

Escuche la entrevista en LA PATRIA Radio:

Es quien le ha puesto el pecho a la brisa en el tema Liberland, aun así termina denunciado penalmente, según anunció una concejala el viernes pasado.

Acá se une una cantidad de sucesos desafortunados. Desde la Secretaría fortalecemos la estrategia Inglés para el Empleo, buscando cupos para que más personas pudieran formarse en ese idioma. A raíz del GDE –proceso de gestión documental- que recibimos de la Alcaldía, atendimos esa entidad. Se presenta como ONG. Ante el ofrecimiento que hace de los cursos gratuitos, la Secretaría al no ver incluido recurso público, hace una convocatoria para que las personas se pudieran inscribir. A partir del anuncio se arma el debate, en torno al memorando que firma el señor alcalde, y de alguna manera la discusión se sale de los cursos de inglés y de su naturaleza inicial.

¿Y en relación con el anuncio de denuncia de la concejala?

Cuando Randy Thompson plantea en la Secretaría la posibilidad de establecer una relación consular, le sugiero que vaya a la Cancillería y que cualquier tema futuro tenía que ser con el proceso legal que hay normado en Colombia, que se necesitaría el visto de Cancillería. Después del 20 de septiembre hace llegar una carta en la que el consulado le da un alcance limitado, y entendemos ahora que es un documento adulterado. Vale la pena decir que el documento lo manda él buscando abrir aquí un consulado, cosa que nunca la Secretaría estuvo dispuesta a hacer ni está entre mis competencias. Enfrentaremos el proceso dentro de lo que hemos hecho: buscar unos cursos de inglés. El viernes nos comunicamos con el Ministerio de Relaciones Exteriores y nos dicen que el material probatorio ya fue entregado a la Fiscalía, que me visitó dos días después del video del alcalde, y todos los documentos le fueron entregados en su momento.

Si usted advirtió que no se podían tener relaciones diplomáticas, ¿por qué termina firmándose el documento incluido ese asunto?

Hay un punto en el que la Secretaría pierde el control, desde el momento que se manda el documento. Esperamos que hubiera una revisión jurídica, que no hubo, y la forma en que se pudo haber comunicado escapa del resorte de la Secretaría TIC. Siempre estuve concentrado en que íbamos a mirar la posibilidad de abrir la convocatoria para ofrecer unos cinco mil cupos, que íbamos a discutir con el alcalde. Íbamos a definir un proceso de manera gradual para que las personas se inscribieran y que, obviamente, la Secretaría, que era la primera interesada, iba a estar al tanto de la calidad de los cursos, antes de decirles a las personas que iniciaran el proceso de formación.

Usted en el Concejo dice que presentó la renuncia. Ese día la Alcaldía dice que no admite su renuncia. ¿Por qué insiste en irse?

En mi vida pública siempre he enfrentado y asumido los temas con responsabilidad. Cualquier responsabilidad desde la Secretaría es porque nos faltó tener un poco más de foco en revisar quién era la entidad que ofrecía los cupos. Desde esa responsabilidad lo hago; pero también, derivado de este proceso, ha habido acciones para que piense que mi momento en el Gobierno llega a su fin. Que ya aportamos y trabajamos lo que queríamos hacer y que es momento de seguir aportando y construyendo ciudad desde otros escenarios.

Ha pasado que a otros secretarios se han tardado en recibirles la renuncia. ¿A usted se la aceptaron formalmente?

Presento la carta de renuncia el jueves, voy al Concejo (viernes), para mí era muy importante dar la cara, responder con gallardía, enfrentar a los concejales porque eso es democracia. No es de aplausos, democracia es responder por lo que se está haciendo, tener grandes discusiones de ciudad, saber qué queremos hacer. Posterior a eso, veo un comunicado en el que dicen que no la aceptan. La advertencia que hago es que mi renuncia siempre se presentó irrevocable, digamos que no la pongo en consideración, sino que yo sé que me voy. Lo que hago el lunes es entregarla, como no me la reciben físicamente, la pongo por gestión documental (GDE).

¿Usted se siente maltratado por la Alcaldía o por el alcalde?

(Pausa) De alguna manera enfrento mi responsabilidad, pero he asumido temas que escapan de mi resorte como secretario. He puesto la cara con los cursos de inglés, pero acá hay otros hechos que yo no controlo, como las palabras que va a decir el alcalde, la forma en que se iba a comunicar, en ese sentido hay unas responsabilidades compartidas. Yo, al menos, asumo la parte mía. Ya, cada una de las partes, sabrá reflexionar ante la ciudad y por eso asumí el reto de hablar con los medios los días que lo hice y el viernes en el Concejo. Para mí era muy importante enfrentar ese debate con la altura que merece la ciudad.

Ha cargado con el lastre de ser el tío de Mario Castaño y eso se ha ventilado en estos días. ¿Esa situación tiene que ver con su decisión?

Me duele profundamente tener un familiar inmiscuido en una investigación de ese tipo, creo que uno no quiere ver a ningún familiar privado de la libertad. Como ciudadano, no estoy de acuerdo con que haya delitos en contra del Estado, con que haya corrupción, con que se pierdan dineros públicos, donde se establezcan esquemas para que los dineros públicos no lleguen donde deben llegar, y como cualquier ciudadano ese tipo de cosas no las comparto. El hecho de que se haya tocado en este caso de Liberland… decir que soy familiar de Mario Castaño…

Bueno, y lo tocó también el alcalde en un acto de homenaje a la Universidad de Manizales hace un par de meses.

Sí, también. Son temas que duelen, pues llevo años de vida pública, siempre en el Gobierno opuesto a lo que apoya Mario. Obviamente que compartíamos conversaciones familiares, pero jamás haciendo política ni actividades de las que él realizaba. Ese hecho siempre lo puse claro ante el alcalde, ante el Consejo de Gobierno, de decir que si se daban el trabajo de conocerme, se iban a dar cuenta de que Juan Felipe Jaramillo es una persona ajena a los temas de Mario, desde el punto de vista político y ajena a los temas que se están investigando. Son dardos que hieren. Siempre he dicho que “para verdades, el tiempo”, y estoy seguro de que en el tiempo que estuve trabajando con el alcalde, se dio cuenta de cuál era mi forma de trabajar, mi ética en lo público; es una forma ligera de expresarse, ligera del alcalde.

Esta situación de Liberland se vive como un duelo, supongo. Se repasa la película y uno se dice, si hubiera hecho esto… ¿Cuáles son las lecciones aprendidas?

El día que hablaba en el Concejo saqué una frase de Aldous Huxley: “La experiencia no es lo que les pasa a las personas, sino lo que los hombres hacen con lo que les pasa”. Es la invitación a levantarse, un mensaje muy potente. Rebobino todo el proceso y algo que queda claro es que hoy la Alcaldía no tiene un proceso normado para cuando cualquier entidad, desde el punto de vista legal o no, vaya a título gratuito a hacer cualquier proceso. Al no comprometer un dinero público, no se aplicó el rigor que normalmente se hace con cualquier tercero con el que negociamos. Ese es el mea culpa de por qué no hubo lugar a la duda en el momento que se esté haciendo. También reflexioné en el Concejo de lo extraño que resulta para un colombiano que alguien dé algo a título gratuito. Ese es el aprendizaje que queda. Hay que enfrentar las cosas con ética y responsabilidad y es lo que está haciendo este servidor. Tengo claridad, no firmé el documento. Estuve en ese video y esa es la razón de la doctora Constanza -concejal Constanza Montoya- de vincularme. Soy respetuoso de lo público y de la justicia y seguramente saldremos bien librados porque no hubo recursos públicos en este tema y, de manera oportuna, se cierra cualquier posibilidad de que a través de la Alcaldía se promocionara este curso.

Una frase que me repitió en varios momentos mucha gente fue: “No entiendo qué hace Juan Felipe en esa Alcaldía”. ¿Se demoró en presentar la renuncia?

Hoy digo sí, claro, sí. Ustedes vieron que hubo un amago en Semana Santa. Me habían dicho, después seguí. Este año siempre sentí que mi puesto estaba dentro de los que se podían cambiar. Siempre le dije al alcalde que mi manera de trabajar es mostrando resultados, los mostré; pero pude haber tomado la decisión. En el tiempo que él me habló, le dije: "Alcalde, usted sabe que yo vivo de lo público, y usted me va a sacar en ley de garantías". Después lo pensé. Algunas oportunidades se ofrecieron, pero yo estuve, Fernando, este año tan contento de todo lo que estábamos haciendo que quise irme entregando resultados y buenas noticias. Y eso me llevó a concentrarme en lo que iba a lograr, más allá del ambiente de trabajo o que uno supiera que en cualquier momento podía cambiarse la Secretaría, pero ya el salto había que darlo por respeto y por dignidad.

¿Qué sigue para Juan Felipe Jaramillo? ¿Le seguirá gustando lo público?

Ah, yo creo que eso nació conmigo. Seguiré aportando. Lo más seguro es que vuelva a la academia. En lo público, el año que viene es político y seguramente no faltará quién me pregunte qué hacer y qué recomendar, y la vida me ha dado la capacidad de trabajar en todo lo teórico, pero también en entender lo práctico, en saber cómo se mueven una Alcaldía y una Gobernación, qué decisiones tomar para que las cosas funcionen. No sé si volvería a recibir una secretaría, pero sí apoyaría desde lo público una asesoría, puedo tener la capacidad para aportar desde mi experiencia y mi conocimiento, siempre desde la transparencia del conocimiento de crear valor público. Entender que una Gobernación o Alcaldía es más que tener unos contratos, es generar bienestar, condiciones, capacidades, más conectividad entre todos los sistemas.

 

El secretario de las TIC fue piedra en el zapato en esta Alcaldía, aunque él no lo reconozca.

Lo que deja

La Secretaría de TIC y Competitividad trasciende el escándalo de Liberland. Juan Felipe Jaramillo cree que fue un logro entender que una ciudad es heterogénea. Dice que su idea en el Plan de Desarrollo la cristalizó en la Secretaría que deja ahora, tener programas con intervenciones diferenciadas para grupos distintos.

"Tenemos programas para pequeños empresarios y para micronegocios, y los diferenciamos por sector, por nivel de maduración; tenemos programas para emprendedores que necesitaban capital semilla, para los que necesitaban acelerar o sofisticar. Trabajamos en clústeres; en eficiencia dentro de las empresas". Gestionó una política pública diferenciada y considera eso un éxito.

Otro punto clave de esta Secretaría era la reactivación económica, después de la pandemia. Al preguntarle al secretario saliente, por qué cojeó tanto este plan, contó que desde que hizo el Plan de Desarrollo -2020, de pandemia-, le dijo al alcalde que se gestionaran vigencias futuras.

Buscaba con esto que hubiera plata para las obras con oportunidad. Pero esas vigencias futuras se aprobaron en el 2021, un año después. Advierte que esa frase de “comuníquese y cúmplase” es apenas el inicio de un proceso jurídico complejo, por eso recomendó que paralelo a los procesos se tuviera un equipo que estructurara lo legal y vencer esos plazos. Al final eso no se dio, fue un plan bien intencionado, que falló en la ejecución. "La vida pública me ha dicho: es mejor demorarse un poquito en la planeación, pero que al momento que salga, ya sabe qué va a comprar, a quién, en cuánto".

Destaca que lo más avanzado de ese plan fueron los beneficios tributarios y lo hecho con el ecosistema empresarial, que no comprometía tantos recursos, y que en su mayoría son créditos con Bancóldex. "Logramos poner cerca de $80 mil millones a los empresarios".