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LA PATRIA| MANIZALES

El docente de sistema José Gildardo Serna Zamora, adscrito a un colegio de la capital caldense, debe pagar una condena de 150 meses por actos sexuales con menor de catorce años agravado. Así lo determinó en segunda instancia el Tribunal Superior de Manizales, que ratificó el fallo del Juzgado Primero Penal del Circuito

De acuerdo con la acusación, durante el 2014 y en varias, el educador, dentro de la institución, se quedaba a solas con una menor, de 10 años, a quien tocó de manera indebida en varias partes del cuerpo y le ofreció dinero. Le advirtió que si revelaba tales hechos se vengaría con su familia, por lo que la joven guardó silencio hasta que no aguantó más y le contó a su mamá todo.

El 30 de octubre del 2020 se desarrolló una diligencia especial en este caso para la reconstrucción del testimonio de la menor, pues se perdió su registro fílmico. La abogada del docente alegó por el silencio y la revelación tardía de la adolescente, pero el juez los catalogó como fácilmente explicables y entendibles, pues estaba amenazada y coaccionada por el profesor.

El sujeto llevaba a la niña a una clase para un grado diferente al suyo, con la excusa de que ella era buena en sistemas y podría ayudarle. Así lo confirmó la directora de grupo de la víctima, quien admitió que José Gildardo le pidió que le "prestara a la niña para que le ayudara en clase de sistemas con los niños de 2º grado", por lo que hay coincidencia en lo expresado por la propia niña de cómo se dio el escenario para ser abusada.

El departamento

En un informe publicado por LA PATRIA en marzo del año pasado se explicó que en Caldas 25 docentes eran investigados por las oficinas de control interno de la Alcaldía de Manizales y de la Gobernación de Caldas por supuestos casos de abuso sexual con menores estudiantes.

Esta información la obtuvo este medio por derechos de petición. En la capital investigaban a 11 hombres por, al parecer, cometer delitos sexuales en igual número de colegios de las comunas Palogrande, Ciudadela del Norte (2), La Estación, Cumanday, Tesorito, Cerro de Oro, La Macarena, Atardeceres y Universitaria, así como del corregimiento El Remanso.

En el resto del departamento eran 14 profesores de nueve instituciones educativas de La Dorada, Risaralda, Riosucio, Samaná, Norcasia, Neira y Villamaría.

Tan solo en el 2022, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) abrió 14 mil 32 procesos para restablecer los derechos de menores víctimas de violencia sexual. De estos casos, un 80% de los delitos ocurrió en los entornos más próximos a los menores de edad: sus hogares, sus barrios, sus colegios y otros lugares que normalmente frecuentan. Y peor aún, la mayoría de los actos de violencia sexual son cometidos por personas muy cercanas a ellos, incluso de su misma familia.

Atentos

El ICBF indicó que se debe tener en cuenta que no existe un perfil o un patrón específico para identificar a un agresor sexual. Un pedófilo puede ser una persona de cualquier edad, sexo, condición social o económica, nivel educativo, profesión, raza, religión, condición física o cognitiva. Ojo a:

  • La insistencia por permanecer a solas con el o la menor. Inventa cualquier excusa para lograrlo.
  • La preferencia por socializar con menores de edad por encima de los adultos.
  • Las muestras exageradas de cariño o de afecto en forma injustificada e inoportuna.

Identifique

Los comportamientos de los estudiantes también son una señal de alerta.

  • Conductas sexuales inadecuadas para la edad. Que un niño o niña demuestre tener un conocimiento acerca de las relaciones sexuales que no debería, que se toque con insistencia sus órganos sexuales, que haga representaciones de una relación sexual, por ejemplo, con sus pares o con un muñeco al que le hace movimientos con su pelvis, o que haga dibujos alusivos a una relación sexual es un claro indicador de que algo no va bien.
  • Aquí hay que indagar, de forma amable, respetuosa y amorosa, dónde aprendió eso, con quién o con quiénes lo aprendió, quién inició la actividad y cómo participa cada uno.
  • Cambios bruscos en su estado de ánimo. Cuando es víctima de abuso sexual, generalmente, tiende a volverse introvertido, ansioso o agresivo.
  • En otros casos puede mostrarse más extrovertido de lo normal. También debe llamar la atención la incomodidad o el temor que manifieste con respecto a un determinado adulto.
  • Retrocesos en su desarrollo. Hay niños que, tras ser sometidos a situaciones estresantes, o a sucesos que les provocan angustia y temor, presentan retrocesos.
  • Cambios físicos. Aunque la mayoría de víctimas de abuso sexual no presentan señales corporales, en algunos casos sí es posible que se presenten pequeñas lesiones o cicatrices genitales o anales, dolor abdominal o en la región genital que deben ser consultados inmediatamente con el personal de salud.

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