Entre las grandes bandas desmanteladas figuran personas reincidentes, habitantes de calle y amas de casa.

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Entre las grandes bandas desmanteladas figuran personas reincidentes, habitantes de calle y amas de casa.

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LA PATRIA | MANIZALES

Los investigadores hacen el trabajo, los operativos contra los expendedores de estupefacientes continúan y reconocidos jíbaros caen en las redadas. Las condenas no se hacen esperar, pero las ollas de vicio se mantienen y las personas a quienes rinden cuentas parecen no verse.

Jueces caldenses lograron condenar recientemente a unas personas por tráfico de estupefacientes y en LA PATRIA contamos estos casos a continuación. Sin embargo, analistas hablan sobre la necesidad de que las autoridades profundicen en golpes más certeros contra las cabezas invisibles de este flagelo.

Centro de acopio en Liborio

El Juzgado Penal del Circuito Especializado de Manizales condenó tras un preacuerdo con la Fiscalía a Edwar Andrés Castrillón y Juan David Ruiz Quintero por concierto para delinquir agravado y tráfico de esupefacientes. Les dieron 4 años y 6 meses de prisión sin beneficio a domiciliaria.

En el 2018, el CTI recibió información de que en Chinchiná existían unas organizaciones delincuenciales dedicadas al microtráfico en conexión con Manizales que contaban con redes de apoyo para evitar que las autoridades los identificaran.

Entre los delincuentes identificaron a Edwar, alias el Ojón, encargado de direccionar el intercambio de marihuana por carros y motocicletas, así como de intimidar a los clientes, proveedores y colaboradores que no cumplieran con los plazos y condiciones exigidas por alias el Gato.

Por otro lado, a Juan David lo señalaron de servir como caletero o almacenista, cuya labor consistía en recibir, distribuir y liquidar al cabecilla la cantidad de droga recibida y que usaba como centro de acopio un taller de carros en el parque Liborio de Manizales.

El grupo, conocido como los Felinos, utilizaba vehículos para transportar e intercambiar armas de fuego y estupefacientes. Por aceptar los delitos de forma anticipada, el juez especializado los condenó como cómplices y recibieron una rebaja de pena.

Estos exigían que les dieran la detención domiciliaria, pues aseguraban que eran padres cabeza de familia, debían responder por sus padres adultos mayores o enfermos terminales. Sin embargo, no contaron con los méritos suficientes y el Tribunal Superior de Manizales ordenó que continuaran en la cárcel.

No valieron las súplicas como adictos

En junio del 2022, la Sijín de la Policía de Manzanares capturó a dos hombres conocidos como Samaná y Sebastián por su presunta responsabilidad en la venta de estupefacientes en sus casas, en donde habitaban con las familias.

En su poder hallaron marihuana, bazuco, dinero en efectivo y munición para revólver. Inicialmente no aceptaron cargos, pero en la audiencia siguiente, se acogieron con el objetivo de recibir rebajas de pena.

En el momento que se pretendía realizar la individualización de pena, los abogados de los hombres, que no fueron los mismos en las actuaciones anteriores, se opusieron a lo acordado. Consideraron que la defensa fue deficiente y por eso solicitaron la nulidad del proceso, es decir, volver a revisar y analizar si se brindaron garantías.

Alegaron que Sebastián por problemas mentales, requería de medicamentos y era adicto, además su abogada no se tomó el tiempo de explicarle las consecuencias y explicarle las ventajas de un preacuerdo. Por Samaná, expusieron que su defensor le dijo que lo asesoraría solo si aceptaba cargos y también era un consumidor.

El caso también pasó al Tribunal Superior de Manizales, pero este decidió darle continuidad al proceso y esperar por la condena para ambos por su aceptación temprana. Expuso que en las grabaciones se aprecia una defensa clara a los señalados y que los exámenes médicos no fueron concluyentes para demostrar sus padecimientos.

Simples vendedores

En junio del 2019 se tuvo conocimiento sobre una empresa criminal que dominaba la venta de droga en los barrios La Isla parte Alta, La Isla parte Baja, La Playita y El Túnel. La droga provenía de Caquetá, Cauca y Valle del Cauca.

Durante la formulación de acusación, por concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes, cinco miembros se acogieron al preacuerdo y otros seis no. La defensa de Julián y Carlos solicitó la nulidad tras considerar que ellos solo eran vendedores.

El Tribunal indicó que no le competía decidir eso y ordenó continuar con el proceso contra estos dos sujetos porque la Fiscalía fue clara en las imputaciones realizadas. Deberá seguir la labor para conocer el grado de culpabilidad.

A trabajar en inteligencia

Juan Camilo Arroyave, analista político, asegura que las cifras de consumo son alarmantes en todo el Eje Cafetero y en gran medida se debe al incremento de las estructuras de microtráfico y los resultados de las autoridades se dan sobre el eslabón más débil.

Considera que es la población entre 15 y 35 años la más apetecida por los vendedores. Cree que falta trabajar con más fortaleza en inteligencia, aunque no desconoce que han caído grandes capos en Caldas

Puntualiza que son puntos claves son los pagos de recompensas y también alinearse con la propuesta del nuevo Gobierno nacional con el discurso de la paz total que pretende atacar las economías y estructuras ilegales que han perdurado, cuyo empeño se nota con los cambios realizados en los altos mandos militares.

Patricia del Pilar Ruiz Vera, exdirectora del CTI en Caldas, también piensa que el trabajo en inteligencia es de vital importancia para hacerles frente tanto al microtráfico como al narcotráfico.

Dice que como la legislación permite el porte de la dosis mínima, la captura de personas con poca sustancia se termina convirtiendo en un desgaste para el aparato judicial y por eso se debe buscar una reforma. Con la despenalización se podría dar avances.

“El ataque frontal tiene que ver con la inteligencia que desarrollen los organismos de policía judicial para efectos de dar golpes contundentes a ese negocio. Para que haya un trabajo efectivo hay que dar golpes certeros a quienes suministran grandes cantidades”, sentencia Ruiz.

Considera que a medida que se identifique a los grandes expendedores, se disminuirá la venta de drogas ilícitas en pequeñas cantidades y las autoridades tienen el deber de profundizar en las investigaciones.

Frente a Manizales, ve que el negocio del microtráfico pertenece especialmente a empresas familiares que incluso usan a los menores de edad para traficar. Por eso, con mayor apoyo a la Fiscalía y a entidades como la Sijín y el CTI, se podrá desmantelar estos grupos.

La extinción de dominio, opción que duele

Patricia del Pilar Ruiz sostiene que una estrategia que puede golpear con fortaleza a los grandes expendedores es la extinción de dominio, que si bien es un proceso lento, afecta las finanzas de los peces gordos.