LA PATRIA | MANIZALES

Una presentación teatral que se esperaba cómica, sensual y divertida en la discoteca Ópera de Manizales terminó en un escándalo que sigue teniendo ecos. La artista Andrea Vargas asegura que en un cambio de vestuario y en pleno show fue presionada a pagar un dinero, por lo que decidió regresar a tarima a contarle al público lo sucedido, luego los artistas se bajaron del escenario, abandonaron el lugar, se encendieron las luces y el público se quedó sin ver el final del espectáculo y con el trago servido en sus mesas.

Cabaret, pasiones de mujer es un performance que vincula el canto, la danza y la actuación con libretos de mujeres e historias reales. Uno de sus personajes es Madame Royal, quien acoge en un cabaret a dos caballeros y allí se originan dos historias de amor dentro del show. Además se trabaja el stand up comedy sobre masculinidades curiosas y se entrega un mensaje divertido en medio de la comedia y el toque de erotismo que conlleva un cabaret.

Dicho espectáculo estaba programado para el viernes 27 de mayo en la discoteca Ópera Centro de Eventos, ubicada en el sector de Milán, pero no terminó de la mejor manera, debido a inconvenientes entre la artista y los dueños del establecimiento. La presentación fue interrumpida y los asistentes abandonaron el lugar sin ver su fin. LA PATRIA se comunicó con ambas partes para conocer su versión sobre lo sucedido esa noche.

La artista y empresaria Andrea Vargas expresó lo sucedido: "En razón de la trayectoria, experiencia y entrega para hacer mejores escenarios de ciudad, quiero asumir un liderazgo no solo desde mi rol de gestora, artista y productora, sino también de mujer, porque quiero luchar por la protección y dignificación de todo el gremio artístico y cultural de la ciudad para que esto nunca más le vuelva a suceder a nadie".

Vargas también cuenta con el acompañamiento legal en todo este proceso. Indicó que su inversión fue de más de $25 millones, legalizados en contratos.

El abogado Santiago Aristizábal, gerente de la firma Aristizábal y Betancur, asesora jurídica del centro de eventos, explicó en un comunicado que "las condiciones pactadas desde un inicio con la empresaria Andrea Vargas establecían un evento con ánimo de lucro, en el que ambas partes se comprometían al reconocimiento económico por concepto de renta y alquiler del sitio, boletería, consumo, pago de sonido, logística, nómina y montaje".

Agregó que el valor económico que recaudó la artista fue de $11 millones 460 mil. "Dicho monto sigue en poder de la empresaria, sin mediar intención de pago a ninguno de los afectados de Ópera Entertainment Manizales y el público asistente al evento".

Finalizó: "La intención de Ópera Entertainment Manizales siempre fue continuar el evento y brindarles el mejor acompañamiento, desconocemos las afirmaciones publicadas por la señora Andrea Vargas en las que se atribuye el desalojo inmediato de las personas asistentes a Ópera, pues pese a las diferencias y la posición desafiante en el incumplimiento total de la empresaria siempre se dio orden para continuar".