La acción popular para restaurar la Juan XXIII es de la época de la Alcaldía de Octavio Cardona. La ejecución es desde la de Carlos Mario Marín. Se espera que en la de Jorge Eduardo Rojas concluyan las dos fases, como lo pidieron ayer en el informe al Concejo.

Foto I Darío Augusto Cardona I LA PATRIA

La acción popular para restaurar la Juan XXIII es de la época de la Alcaldía de Octavio Cardona. La ejecución es desde la de Carlos Mario Marín. Se espera que en la de Jorge Eduardo Rojas concluyan las dos fases, como lo pidieron ayer en el informe al Concejo.

LA PATRIA I Manizales

El sonido repentino y reiterado de un martillo puso en alerta a los concejales y a quienes asistieron a la presentación del informe sobre las obras de recuperación de lo que fue la Escuela Juan XXIII, en Manizales. Ese sobresalto duró dos minutos. Las otras sorpresas llegaron, en los 45 minutos siguientes, por cuenta de los plazos y cifras del proyecto.

En un salón de la edificación, de 110 años de antigüedad, se cumplió en la mañana de ayer el encuentro en el cual intervinieron los encargados de los trabajos, la interventoría y la Secretaría de Obras Municipal.

Quedó claro que esté proyecto debía ser entregado en junio del año pasado, hubo una prórroga para febrero y ahora solicitarán plazo hasta mayo.

La otra impresión, de mayor magnitud, con la que se encontraron los concejales es que una vez invertidos los $21 mil 500 millones, de la primera fase, se requerirán $51 mil millones, para la segunda. Y, según les expusieron, la plata escasea.

 

Incertidumbre

Las intervenciones llevaron a que concejales nuevos y antiguos recordaran, algunos lo manifestaron, los famosos atrasos e improvisaciones de la Alcaldía pasada con el Bulevar de la 48, la PTAR, la Línea 3 del cable y el intercambiador de Los Cedros.

Lo del susto por el martilleo, de un obrero clavando en el segundo piso, se olvidó rápido. Lo que sí quedó en la mente de los asistentes a la cita, en esta sobreviviente mole de bahareque, es la preocupaación de lo que varios llamaron potencial para elefante blanco.

 

Por la prórroga

Jorge Martínez, arquitecto director de la obra

El proyecto inicial estaba para 18 meses. Hemos debido acabar en junio pasado. Fue necesaria una ampliación del plazo y un incremento de $5 mil millones que era, no lo que necesitábamos en obras, sino la disponibilidad que había para adicionarnos. Estamos consumiendo ese recurso. Hemos pedido ampliación del contrato hasta mayo, luego de que nos otorgaron una hasta febrero. No es lo mismo una obra civil general de concreto, que se puede meter mucha gente. Aquí hemos tenido que formar carpinteros, porque la técnica constructiva se ha perdido. Agotamos ese presupuesto de $18 mil millones. Del total de $21 mil millones, de la primera etapa, nos quedan por intervenir $3 mil millones. Eso, por lo dispendioso del trabajo, no logramos hacerlo en un mes o dos.

 

Lo hecho

En la primera fase hicimos reforzamiento de cimentación del edificio, reforzamiento de la estructura de madera, parte del reforzamiento estructural de pisos y estamos haciendo la cubierta occidental. Hasta ahí llegamos en inversión con instalaciones técnicas de alcantarillados para manejo de aguas lluvias y control de humedades. Ampliación de parqueaderos, que es complemento de este edificio.

 

Lo que sigue

Viene la fase de terminación de ese reforzamiento; hacer la fase de cubierta; instalaciones técnicas eléctricas, que son nuevas todas; instalaciones hidráulicas; habilitación de baños, y tratamiento de pisos y de los acabados arquitectónicos del edificio.

 

Más plata: interventoría

Fabián Cardona, arquitecto de la interventoría

A la fecha de hoy llevamos el 83% ejecutado, $15 mil 400 millones a la fecha. El contrato es de $18 mil 539 millones, más $2 mil 800 de interventoría. Estamos hablando de $21 mil 500 millones. Hay una prórroga hasta el 29 de febrero. Se tramita otra hasta el 30 de mayo, para terminar esta primera fase de reforzamiento. Por parte de la supervisión e interventoría, ante la complejidad del proyecto, hemos venido desarrollando actividades para presupuesto de la segunda fase, calculada en $45 mil millones, más $6 mil millones de interventoría. Al 30 de mayo terminaría la primera fase.

 

Se requiere un análisis serio: Alcaldía

Jorge Manuel García, secretario de Obras del Municipio

Hay que analizar unos aportes que debe dar el Ministerio de Cultura y otros la Alcaldía, entiendo que son 50% y 50%. Para esta primera etapa, el Municipio ha aportado $13 mil 264 millones y el Ministerio, $8 mil 200 millones, es decir, el Ministerio no ha aportado el 50%. Estamos gestionando para que entregue ese faltante. Tenemos que mirar, porque como lo evidenciamos en la presentación, la restitución total de esta edificación cuesta $45 mil millones. En el presupuesto del Municipio son $5 mil 170 millones apropiados para esta vigencia, el Ministerio debería aportar la misma suma. O sea, serían $10 mil 300 millones contra $45 mil millones que vale terminar esto. Se requiere dinero también para esos dos años dos años subsiguientes.

 

Visión de dos concejales

Camilo Muñoz, concejal del Nuevo Liberalismo

Es una obra muy importante, patrimonial. Culturalmente nadie duda de su importancia. Sin embargo, los costos son preocupantes. Una primera etapa que está por terminarse, tan solo va en el 30%. Falta un 70%, que requiere $45 mil millones, e interventoría de $6 mil millones, o sea, $51 mil millones. No está claro cómo se gestionarán. La acción popular establece que Ministerio y Municipio deben contribuir en cargas iguales. Necesitamos una gestión eficiente y proactiva ante el Ministerio para estos recursos de manera oportuna. De lo contrario, estamos ante un posible elefante blanco.

 

Mauricio Osorio, concejal de Gente en Movimiento

Queda la expectativa, la misma que tienen los manizaleños, sobre todo de los sectores cultural, social, juntas de acción comunal, ediles, comuneros, que preguntan: ¿qué va a pasar?, ¿qué ha pasado? En esta, como en otras obras, que vienen ejecutándose desde la Administración anterior, uno advierte que los avances son muy pocos, y que como en este caso faltan recursos del Municipio y de la Nación para que llegue a un feliz término.