Jorge Enrique Pava

Cuando una ciudad elige a su alcalde, está eligiendo al gerente de su ciudad; a alguien que sepa afrontar las vicisitudes y los problemas de una forma práctica, adecuada, oportuna y eficaz; a quien demuestra dentro de la campaña que tiene el mayor conocimiento, la mayor fluidez y las mejores soluciones de gobierno.
Todo esto a propósito de los 100 días de gobierno de Octavio Cardona León en Manizales. Y porque, a pesar de encontrarme dentro de los manizaleños que lo apoyamos en su campaña y votamos por él, hoy nos embarga una sensación de incertidumbre. Octavio se nos presentó como un gran conocedor de la ciudad; en los diferentes foros encontramos un candidato que tenía las cifras claras, que sabía cuál era la situación del municipio y cuáles eran los problemas de Manizales y sus posibles soluciones. Venía de ser exitoso personero y concejal durante ocho años y sus planteamientos tenían sustento en el conocimiento directo de las cosas.
Pero, ¡oh sorpresa! Casi al día siguiente de asumir como alcalde de Manizales, empezó a develar una realidad totalmente diferente de la que nos presentó en campaña. Él, que pregonaba con razón que conocía plenamente el estado de esta empresa llamada Manizales; que había tomado acertadas decisiones cuando hizo parte de su junta directiva; que había escudriñado secretarías, institutos y dependencias a través del control político; que tenía el recorrido de un gran gerente, terminó mostrándose anticipadamente derrotado, prematuramente vencido, y prácticamente incapaz.
Cada alcalde quiere brillar y cada administración trata de acertar. Por eso es inadmisible que Octavio se flagele al encontrar la “olla raspada” y sin recursos en caja para trabajar con liquidez, solvencia y tranquilidad. ¿Qué esperaba entonces? ¿Las arcas llenas, los bancos boyantes, y los dineros a borbotones? ¡No! El buen administrador se conoce es en los momentos difíciles, usando estrategias adecuadas para superarlos.
En estos 100 días ha habido una respuesta cliché del alcalde: “No hay ninguna posibilidad”; “No hay plata”; “Solo nos dejaron problemas”. Vuelvo a preguntar: ¿acaso no sabía del estado real de Manizales? ¿Cómo hizo entonces para elaborar su plan de gobierno y su plan de desarrollo? ¿Con qué cifras trabajó para presentar planes y propuestas de campaña? ¿Sus largos años como miembro de la junta directiva del Municipio no lo obligaban a conocer del estado actual de esta empresa?
O de verdad Octavio no sabía del estado real del municipio (algo inconcebible en un concejal acucioso, estudioso y polémico como él), o aún sabiendo de su estado presentó un plan de gobierno fantasioso, irrealizable y hoy tiene que sacar el espejo retrovisor para escudarse de su impotencia. En ambos casos la situación es demasiado grave. Y no propiamente porque el municipio esté en dificultades económicas (todos los municipios y departamentos del país lo están), sino porque al asumir una posición quejumbrosa y presentar las dificultades propias de la economía como una catástrofe irremediable, lo único que logra es acabar con la credibilidad del municipio y minar la confianza de los manizaleños en su ciudad.
¿Qué dirán el Gobierno Nacional, la banca, los proveedores y, en general, aquellos de quien el municipio necesita plazos, créditos y confianza, cuando encuentran un gerente derrotado, fracasado y promulgador de desastres? ¡Alto, señor alcalde! Y si bien es cierto que en una persona no pueden recaer los conocimientos para encontrar las salidas a todas las dificultades, también lo es que Usted tiene que responder por los resultados, luego debería rodearse de personas que estén dotadas de un mínimo de sentido común para que le ayuden a mirar con otros ojos la empresa que Usted, por voluntad propia, eligió gobernar. Usted no necesita aduladores; Usted necesita amigos que le digan la verdad.
Siento mucho acabar con la luna de miel del alcalde, pero me preocupa Manizales y creo que no es por el camino de las lamentaciones por donde podamos transitar hacia el progreso y desarrollo. Octavio es un buen hombre y creo que él y Manizales merecen mejor suerte. Pregunto: ¿Octavio aspira a dejar las arcas llenas para que el próximo alcalde no tenga sufrimientos económicos? ¡Lo dudo! Por lo tanto, no más lágrimas, por favor, que eso solo nos trae desastres. No necesitamos plañideras. Necesitamos pensamientos empresariales y optimismo gerencial. La ciudad lo reclama.
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Qué buena columna. Así es que se escribe Sr Pava, sin interés personal o tras la pauta publicitaria. El Alcalde que elegimos resultó un petardo. Su gabinete de incompetentes no tiene ideas. Su gestión no es la de un gerente sino la de un politiquero que ni populista resultó. A este señor no le cabe Manizales en su cabeza si acaso la vereda La Cabaña. El Plan de Desarrollo da grima; es el compendio de la superficialidad, desconocimiento y falta de estudio. Comenzaron los golpes de pecho.
Rara esta despachada de Tite, algo serio tiene que estar psando. Recien termina un gobierno de Manizales que la deja como la mejor ciudad del pais, y trabajó con meros restos que había dejdo el alcalde Llano. Y gestionando recursos hizo verdaderos milagros que se reflejan en grNdes ibras de desarrollo y súmele un trabajo transparente y confiable. Hoy el ambiente laboral en la alcaldia es un desastre, pues se ha impuesto un Régimen de Terror. Lastima, porque se oyen lamentos, miedos, inseguridad, y lo peor, desconfianza. Con razón dicen que el que no conoce a Dios, cuando lo ve se asusta; y eso le está psando al alcalde electo. Y mas grave aun: ciertas promesas hechas en público no se cumplieron, y talmparece que no se van a cumplir. Con arrogancia, prepotencia, arrogancia y grosería no se administra una ciudad. Salir a las redes sociales a posar de gran persona desconcierta cuando en los psillos de la alcaldia y en voz baja se dicen cosas tan distintas. Claro, y no faltarán los que salgan a desmentir, los aduladores que se venden por un plato de lentejas, aquellos que con un bombón tienen para ser felices y agradecidos. Se está borrando con el codo lo que Rojas hizo con la mano y muy pocos recursos. Estamos ante la más grande equivocación electoral en la historia política de la ciudad. Estamos peor que Bogotá con el tristemente célebre Samuel Moreno, y miren dónde está. Y muy posiblemente se vienen nuevas elecciones a gobernación. También dicen: toda situación mala es susceptible de emporar. Tite acaba de poner el dedo en la llaga, callar solo hace mas grande el problema. Pobre de nosotros y de nuestra Manizales, alguna vez muy reciente, considerada el mejor vividero de Colombia. Que Dios se apiade de los manizaleños, es decir, de nosotros. Ah, y Tite, amor no quita conocimiento.!
Estamos siendo muy fuertes con la gestión de un Administración que lleva 100 días (En realidad son 60)organizando la casa, tratado de apagar incendios que vienen de administraciones atras. Es imposible que su discurso inicial no hubiera estado relacionado con contarle a los ciudadanos como estaba el municipio y en que condiciones lo recibió, este es el ejercicio que hacen todos los gobernantes cundo inician mandato, eso mismo hizo Llano y lo mismo hizo Rojas (Para la muestra un botón: http://www.lapatria.com/en-domingo/llego-la-hora-de-ejecutar-2478). Entonces solo por hacer oposición no hablemos de malas gestiones, de discurso lastimero, de decadencia de la ciudad. Es el proceso normal de quien llega a destapar las ollas para ver como encuentra todo. Dejemos avanzar y confiemos por el bien de Manizales en que este será el momento del cambio.
Señor columnista, todo ciudadano tiene la capacidad de comprender que con tan sólo 100 días de un gobierno, apenas se comienza a ejecutar lo dicho en un Plan de Gobierno. Proximamente se rendirán cuentas de lo hecho durante los primeros 100 días del mandato del Sr Cardona León y seguramente vamos a encontrar buena gestión y resultados interesantes. Para mí, es mejor saber cuál es la realidad de mi ciudad y no vivir en medio de un panorama maquillado y contrario la verdadera situación, como lo han hecho los últimos alcaldes que ha tenido Manizales.
En 100 es lógico no tener todos los resultados.
Cuando se esta en campaña se lanzan objeticos pero otra cosa es llegar a cumplir con lomque hay. 100 días no dicen nada, en 100 dias se muestra cómo se esta organizando la casa.
hay que darle tiempo al tiempo para que se den las cosas. esperemos a ver que pasa porque lo cierto es que la situación esta difícil pero lo que se escucha aunque suena a lamentos, son realidades. si el municipio no tiene plata mal haría el alcalde con decir que todo esta maravilloso. y si un clima laboral esta bueno o no, eso es en toda parte, en toda empresa se ve eso ahora no se va a ver en una alcaldía donde trabaja tanta gente. no hay que ser extremistas tampoco. esperemos a ver como va dándose todo lo que prometio en campaña.
Puede tener razón al decir que esta Administración no contó con recursos desde un principio, pero con la gestión ante empresas privadas, públicas y ante el Gobierno Nacional se han obtenido grandes logros. Le parece poco dejar a Manizales cubierta al 100% con cámaras de seguridad, algo que no pudo hacer la Administración anterior en 4 años. Además, tanto que se quejan por la calidad educativa y por los problemas que tienen los niños para estudiar y no miran que desde el fin de semana pasado cerca de 1900 estudiantes iniciaron con pre icfes gratuito. El año pasado eran 1100 y este año aumentó y por el mismo valor con la Universidad Nacional. Es cierto que 100 días son pocos para mostrar resultados, pero Octavio Cardona ha logrado grandes cosas que la ciudad no quiere ver.
Así como se publica este tipo de columnas para generar incertidumbre y decepción entre los manizaleños, ¿por qué no destacar las buenas acciones que se han realizado al cabo de estos 100 días?
Parte de un trabajo periodístico debe ser tener en cuenta las opiniones de todos, pues son muchos los sectores conformes con el buen gobierno del Alcalde Octavio Cardona. Así que la invitación es a mirar más allá; no todas las opiniones son adversas como la presente.
Los planteamientos del Alcalde Octavio Cardona se sustentan en el conocimiento directo de las situaciones y entre sus atributos sobresale la sensibilidad social que demuestra con sus actos, una condición humana que por años reclamaron los los manizaleños sin ser escuchados.
Los planteamientos del Alcalde Octavio Cardona se sustentan en el conocimiento directo de las situaciones y entre sus atributos sobresale la sensibilidad social que demuestra con sus actos, una condición humana que por años reclamaron los los manizaleños sin ser escuchados.