Escritores del departamento hablan sobre el legado que deja Gabriel García Márquez en la literatura y el periodismo.
Se va mi maestro, el referente, el mago que iluminó mis sueños juveniles de palabras y mariposas amarillas. Paz y gloria para él y su obra.
Hay una idea muy bella sobre la muerte en el libro Un bel morir y es que cada cual construye su muerte a lo largo de su vida, que en el caso de Gabo, es una muerte muy bella, porque deja un conocimiento inmenso para los demás. Lo que sí creo es que los colombianos deben leer más a Gabriel García Márquez, dejar atrás los resentimientos y resquemores por sus ideas de izquierda.
Está entre los mayores escritores de nuestra lengua de todos los tiempos. Su obra periodística es tan importante como su obra literaria, si Cien años de soledad es de las grandes novelas universales, también hay que considerar su obra como cuentista, pues entre los mejores cuentos de la literatura colombiana están los de Gabo. Es importante señalar que Gabriel García Márquez está entre los escritores más influyentes de la literatura universal a partir de su cercanía con la cultura popular, le enseñó a escritores de otras regiones a mostrar su idiosincrasia y sus pueblos.
Envidio a Gabo porque terminó su obra ya circulando dentro del público, murió pleno, en su mejor momento, muy afortunado en ese sentido. Me da grima como este país se vuelca a hablar de Gabo ignorando los otros escritores, sin importarles cuántas librerías se cierran a diario, desconociendo lo difícil que es ser escritor en Colombia, lo complicado que es llegar a ser un Nobel, podría asegurar que si mañana se muere Shakira, los medios de comunicación le darían el mismo espectáculo ridículo que a Gabriel García Márquez, eso da mucho pesar.
Es tan importante como todo el mundo lo ha reconocido, porque comenzó a mostrar internacionalmente lo que pasaba en Latinoamérica en el orden político y social. Un hombre al que no se le llenó la vida de grandeza, ni se volvió inalcanzable, reconoció a la mujer en todas sus obras, su lucha moral, social y económica, además estuvo entre los 10 sabios que estudió a fondo la educación colombiana y dio luces que no se han seguido.
Foto | Tomada de Facebook | LA PATRIA
Se nos fue el hombre más importante de Colombia en toda su historia, el más universal, el que nos posicionó ante el mundo. El escritor más importante de la lengua española después de Cervantes. Aspiro a publicar este año un pequeño libro sobre él. Se llamará No sé porqué me aplauden tanto. Cómo conocí a los Gabos. El mejor homenaje que podemos hacerle es volver a leer sus obras, para recrearlo con nuestras emociones. Y como lo dijo alguien, con la partida de Gabo el mundo quedó más pobre.
La muerte de Gabo es un gran golpe a la literatura colombiana y universal. Es reconocido como el segundo Cervantes, Cien años de soledad al lado del Quijote son las dos grandes obras de la literatura española, logró sacar la fantasía colombiana y hacerla realidad ante el mundo. Su historia en la literatura y en el periodismo es tan valiosa que lo hace inmortal.
Solo los grandes autores del mundo, desde Homero a Cervantes y de Neruda a García Márquez son capaces de crear universos literarios, eso lo acercó a ser el último genio de su generación y le aseguró la inmortalidad.
Es mucho más importante como periodista que como creador de Macondo. Él llego a Macondo a través de sus crónicas. Encontró regiones fantásticas que vivían en una especie de conciencia letardada que solamente fue él capaz de captar. Es muy difícil separar al García Márquez periodista y novelista, cuando se lee Cien años de soledad se lee una crónica larga donde está más el periodista que el novelista. He oído en las crónicas de televisión y radio que lamentan profundamente la muerte del escritor, en cambio, celebro su muerte, porque nació para la vida eterna, ahora es que la historia se va a equilibrar, porque el tiempo es el maestro de todas las verdades.
Es el más grande escritor y periodista que ha dado Colombia ante el mundo. Le tocó padecer la intolerancia de este país como las hemos padecido muchos.
La obra completa de Gabriel García Márquez refleja la identidad del Caribe colombiano, muestra cómo fue posible narrar y dejar precisada la identidad de un pueblo múltiple, porque ese caribe es pluriétnico. La obra en total de García Márquez constituye una metáfora monumental del pueblo caribeño. En cuanto al periodismo, García Márquez no solo constituye la maestría en el género, sino la visión de lo que es hacer noticia desde la elementalidad de la base.
Ha sido el mejor escritor colombiano y entre los mejores de Latinoamérica y el mundo, el único clásico de origen colombiano que se incorpora de lleno a la literatura universal. Hay una obra extraordinaria que está por encima de su obra, es Cien años de soledad, pareciera ser escrita por García Márquez, que capta no solo Macondo, no solo el arquetipo de Caribe, sino que capta, a mi modo de ver, la naturaleza humana por la geografía Caribe que perdurará si la literatura sigue existiendo durante 100 y 200 años más. El resto de la obra es de un gran escritor, pero no tiene el nivel de Cien años de soledad que es la obra de un genio.
Gabriel García Márquez es el hombre más grande e importante que ha nacido en Colombia. Creo que si al menos cada ciudadano leyera al menos una vez en la vida la obra prodigiosa que es Cien años de soledad de pronto nuestro país no estaría viviendo el infierno en el que ha vivido estos últimos cincuenta años. Creo también que los enemigos de la paz encontrarían muchos argumentos para aceptar las conversaciones que en este momento se están llevando a cabo en La Habana.
Cien Años de Soledad es una obra de ruptura literaria, le abrió todos los caminos posibles a un pueblo que vivía ancorado en pleno siglo XIX, y lo ponía al frente de un siglo XX, lleno de cambios que debían asumirse cada día con más velocidad que en el anterior. Nos puso al frente de los grandes clásicos de la literatura, nos sacó de un provincialismo asfixiante y nos puso al frente de las letras universales. Cien años de soledad es una obra cosmogónica, una épica narrada con una lenguaje alucinante, nuevo, que se regenera con cada lectura que se hace, es un libro infinito, que se recrea a sí mismo, que no se desgasta, ni aburre. Es una obra maestra, que habla de tú a tú con el Quijote y con el Ulises de Joyce, o con Gargantua y Pantagruel. Eso, sin olvidar que Macondo es el heredero de Yoknapatawa y el vecino de Santa María. Es una obra que solo se escribe cada doscientos o quinientos años.
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