Héctor Fabio Arroyave sí que tiene historias para contar: "se burlaron de él y respondió con un insulto"; "al sardino nerdo suelen sacarlo de casillas"; "sin culpa le rozó un seno y ella le pegó una cachetada al muchacho"; "se puso rojo, pero no dijo nada".
Los relatos de este profesor del Instituto Integrado La Sultana de Manizales corresponden a puros momentos al interior del aula. Situaciones en las que él ha mediado para calmar las asperezas y con palabras sabias bajar la guardia de aquellos jóvenes que en algún momento explotan de la ira.
"La ira es una reacción comportamental intensa. Es una reacción malsana que a veces termina en llanto", explicó Pedro Agustín Garzón, sicólogo de la Fundación Mente Sana.
A la ira también se le conoce como mal genio dentro de la jerga popular y suele considerársela sinónimo de irritabilidad e irascibilidad, cólera, furia, enojo, indignación, enfado ¿Usted ha sufrido de ira?
Nada de estadísticas
Para el epidemiólogo de la Secretaría de Salud, Juan Diego López, este estado emocional es como la envidia, tristeza, alegría o euforia. No es posible de medir ni es considerada una enfermedad mental, pero sí es un acompañante de padecimientos tales como la depresión o el estrés.
La preocupación está, sin embargo, cuando esa 'neura' se sale de las manos y se va a los golpes, pues, como admite el psiquiatra Marco Acosta, la ira hace parte del ánimo y todos los seres humanos lo viven una o más veces en su vida "de una forma controlada o influenciada por las presiones de la vida, laborales, amorosas. Cuando hay trastornos como el cambio de apetito, desinterés por la vida o incapacidad para disfrutar las cosas, hay que buscar ayuda".
El estudiante Juan Diego López, quien coincidencialmente tiene el mismo nombre y apellido del funcionario de la Alcaldía, por ejemplo, acepta ser muy contestón: "cuando me da ira, prefiero alejarme de las personas, escuchar música y dormir para que se me pase", contó. Aseguró que lo saca de casillas la hipocresía y las personas "ignorantes". A él no se le pasa por la mente pegarle a nadie.
Dese cuenta
Generalmente, explicó Garzón, aquellos que sufren de mal humor tienden a ser intolerantes; a no soportar la frustración ni a que les lleven la contraria. Y para sumarle a la lista, tampoco soportan las burlas. Mejor dicho, nada.
"Se debe sacar una lista de las ganancias o pérdidas en los momentos de rabia ¿Cuáles son las más importantes?", dijo el especialista.
La docente Olga Piedad Posada, de la Escuela Normal Superior Claudina Múnera, de Aguadas, afirmó que su forma de controlar a este tipo de muchachos es procurando mantenerlos ocupados. Contó que son chicos que necesitan de mayor atención y mayores responsabilidades para que dejen de lado u olviden por un rato su temperamento.
La maestra Olga Cecilia Nieto, del Instituto Técnico San Rafael de Manizales, por su parte, manifestó que el diálogo y los puntos de vista son fundamentales para evitar posteriores acciones agresivas.
Lo claro en este cuento es que la cólera, argumentan los especialistas, es sólo suya. Nadie tiene que ver en sus cambios de humor, pese a que nuestro sentido común nos diga: "es que él tuvo la culpa".
Sea realista
La ira: sus mitos y realidades
1. Mito: la ira es causada por un evento, una situación o la conducta de otra persona.
La realidad: las personas son responsables de su propia ira, tanto de las causas como de las consecuencias.
2. Mito: es sano expresar la ira. Se siente 'fresquito'.
La realidad: tanto el sentirse enojado, como expresarla o no expresarla puede traer consecuencias a la salud. Entre ellos están los problemas cardíacos, la presión alta y depresión.
3. Mito: las dos únicas opciones de la ira son expresarla o guardarla.
La realidad: hay otra opción; bajar, reducir o evitarla. Practique esta última modificando sus creencias irracionales y conversaciones mentales.
4. Mito: expresar la ira atrae la atención de los demás. Hace que las personas logren lo que quieren.
La realidad: el expresar mucho la ira, por lo general, hace que logre lo que se quiere, pero por corto plazo. A largo plazo deterioran las relaciones personales, Los estallidos de ira generan amargura y resentimiento.
En las situaciones de poder, hace que las personas subordinadas respondan con rabia y busquen venganza.
Cómo des-enojarse
* Reconozca que sus creencias y conversaciones mentales están causando su ira.
* Trate primero su problema emocional.
* Haga una lista con dos columnas que contengan las ventajas y desventajas de renunciar a su enojo con una persona en particular.
* Reemplace la ira o la furia por un disgusto o fastidio (emociones más sanas).
* Reemplace ira con reafirmación emocional.
* Minimice sus exigencias con usted mismo, con los demás y con el mundo.
* Utilice distracción, diversión y entretenimiento.
* Evite deprimirse o enojarse más por estar enojado.
* Si su ira es frecuente, opte por visitar a un especialista.
* Mantenga un registro de humor diario para que entienda mejor sus emociones.
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