Detenido de manera preventiva, en una cárcel, debe permanecer el policía señalado de atacar a una pareja de esposos y causarles lesiones con un martillo, al parecer, con la intención de robarles.
Así lo determinó el jueves el Juzgado Primero Penal del Circuito de Chinchiná, al resolver la apelación que presentó la defensa del uniformado, tras la decisión del Juzgado Segundo Promiscuo Municipal. Lo procesan por tentativa de homicidio agravado y tentativa de hurto calificado.
Luz Fanny Chalarca Melo, de 55 años, fue la más afectada. Afortunadamente ha evolucionado satisfactoriamente. Jhon Jairo Cifuentes Marín, su esposo, tuvo lesiones leves. El ataque ocurrió en la carrera 7ª con calle 12, de Chinchiná, a una cuadra de la Alcaldía.
El relato de la Fiscalía indicó que el 29 de noviembre, en la noche, el policía, de civil, arribó a la residencia de la pareja y se encontró en el portón con Chalarca Melo, quien se aprestaba a salir para pasear a sus mascotas. Como eran conocidos, la saludó y le preguntó por el esposo, a quien también distinguía.
"En ese instante ingresó al inmueble a la fuerza, empezó a preguntarle que dónde se encontraba el dinero encaletado, pues sabía que ellos eran comerciantes en Palestina. Como no logró su cometido, la atacó con un martillo en la cabeza y el cuerpo. La dejó inconsciente".
"Al instante entró Jhon Jairo, quien al asustarse por no encontrarla, la llamó. Fue a la habitación y vio saliendo al uniformado, con un martillo en la mano. Este lo enfrentó y preguntó de nuevo por la plata, no sin antes indicarle que dónde estaba la plata, pero el comerciante le manifestó que no tenía dinero, únicamente el negocio y su producido económico diario. En medio de la reyerta, los dos salieron forcejeando a la calle. El agresor escapó", indicó el ente acusador.
La mujer resultó con lesiones graves y solo cuando restablecieron su salud pudo narrar los hechos. El policía se entregó el 4 de diciembre, según la defensa, cuando supo que la señora estaba delicada y con el fin de aclarar que es inocente. Se llegó a argumentar que entre el uniformado y la víctima había una relación sentimental.
Se ratificó la medida de aseguramiento porque lo consideran un peligro para la sociedad y para las víctimas, pues se trata de un policía activo, en el que la comunidad tiene confianza, que fraguó y desarrolló una idea criminal. Puso en indefensión a su víctima. El Juzgado le negó la domiciliaria, argumentada en ser cabeza de familia y tener que responder por dos hijos.
Al parecer, el uniformado estaba acosado por una deuda de $6 millones que debía pagar por esos días de los hechos, y como no logró obtener préstamos en los bancos habría planeado el ilícito.
"Conforme con la decisión de segunda instancia. Se dio como cuestión no probada la supuesta situación sentimental que rodeaba ese caso y se avalaron mis argumentos. Mi representada es una mujer de intachable comportamiento moral dentro de la comunidad. Es de admirar y estoy ahí para defender sus derechos", explicó la abogada Jeniffer Cotacio Monsalve.
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