LA PATRIA | MANIZALES
El hombre llegó ayer muy tranquilo a la lectura de sentencia en el Palacio de Justicia. Entre sus cuentas estaba que como aceptó cargos y su captura no fue bien legalizada, obtendría un descuento del 50%, la pena sería de 24 meses, lo que le daría para quedar libre o con detención domiciliaria.
Sin embargo, cuando el Juez Sexto Penal del Circuito de Manizales leyó su veredicto, la cara de José Albeiro Echeverry Patiño, de 42 años, acusado de violencia contra servidor público, cambió y solo atinó a agachar su cabeza. Le negaron la suspensión condicional de la pena y la solicitud de detención domiciliaria.
El Juez lo envió para la cárcel La Blanca, por lo menos mientras uno de Ejecución de Penas y Medidas resuelve la solicitud de detención en su casa, pues el sentenciado aduce que tiene tres hijos menores de edad que dependen económicamente de él. Además, su esposa falleció en un accidente. Finalmente lo sentenciaron a dos años de prisión.
A Echeverry Patiño lo procesaban por un hecho ocurrido el 16 de diciembre del año pasado en El Plan del barrio Solferino. Un hijo suyo (Q.E.P.D.), de 16 años, fue aprehendido por policías, acusado de robar y chuzar a un hombre de 30 años.
Hasta el CAI de Samaria llegaron familiares del menor, entre ellos Echeverry Patiño. Una tía aprovechó un descuido para abrir una ventana, por donde el ladrón se escapó. El uniformado salió detrás de él, pero el papá se atravesó. El adolescente escapó por la iglesia de Solferino, se tiró por unas canaletas y el agente lo alcanzó a coger del brazo, por lo que rodaron por una ladera y cayeron a orillas de la quebrada.
En ese momento apareció el papá del muchacho, tomó la raíz de un árbol y lo golpeó en el hombro derecho y en la canilla izquierda. Además, le dio una patada. El Juez relató ayer que el sentenciado le dijo a su hijo: "Matemos a esta gonorrea. Quitémosle el arma, que nadie se dará cuenta".
Al final llegó un compañero del uniformado agredido, el menor escapó y detuvieron a Echeverry Patiño. El Juez indicó que no hay duda de la veracidad de la entrevista al agredido y que se comprobó que el sentenciado entorpeció y obstaculizó una labor policial. Luego dictó su sentencia, que no fue apelada por ninguna de las partes.
Al hijo del sentenciado lo asesinaron el 3 de marzo pasado en la calle 51F con carrera 8, del sector conocido como La Vaga, del barrio Comuneros. Recibió una herida con arma blanca en la clavícula derecha.
La familia del sentenciado mostró su descontento con el fallo. "No es justo. Lo encerraron porque el hecho fue con un policía. Lo que hizo fue defender al hijo, pues los agentes le dispararon. Además, la captura no fue legal. Aceptó cargos que porque le iría mejor, pero no fue así. Ojalá le den la domiciliaria", dijo la compañera sentimental.
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