A Juan Esteban Cardona Cardona lo siguieron para matarlo

LA PATRIA | MANIZALES

El sueño que tenía Juan Esteban Cardona Cardona era ahorrar dinero, producto de su trabajo como recolector de café, para montar una revueltería en Medellín. Ese anhelo se frustró el pasado martes, cuando a las 11:30 de la mañana lo mataron de tres disparos en la vereda La Cabaña, de Manizales.

Allí llevaba dos meses esperando a que le dieran un puesto para recoger café en alguna de las fincas de esa zona. Juan Carlos, su hermano, ya había logrado ese objetivo.

De hecho, cuando cumplía sus labores, otros compañeros le avisaron que habían matado a alguien cerca de allí. Hasta ese momento Juan Carlos ignoraba que el muerto fuera su hermano.

“Lo asesinaron en una carretera sola, nadie vio nada. Cuando llegué, lo estaban montando al carro de levantamientos. Solo espero que haya claridad y agarren a los responsables”, señaló Juan Carlos.

El pariente de la víctima narró que Juan Esteban, de 38 años, llegó a Manizales huyendo de las amenazas de la guerrilla en Herveo (Tolima), su pueblo natal, presuntamente, por no pagar vacunas que le exigían en la finca en la que laboraba.

Antes de morir, les expresó a sus familiares que los insurgentes lo perseguían y que temía por su vida.

El coronel Mario Fernando Guerrero, comandante de la Policía Metropolitana de Manizales, contó que la principal hipótesis del crimen es que, posiblemente, fue por alguna retaliación debido a algún asunto personal. Por ahora, se descarta que se haya tratado de un robo.

Juan Carlos rememoró que su hermano era muy recochero en la infancia, que le encantaba tirarse al río y jugar parqués. Juan Esteban tiene seis hermanos. Ellos lo velaron ayer, en su tierra natal y, hoy, lo sepultarán.

La víctima no contaba con estudio, pero sí con dos hijas: Angie y Estefanía, de 8 y 12 años, respectivamente. Ellas viven en Bogotá y quedaron bajo el cuidado de Adriana, su madre.