Hace cinco meses buscan en el río el cuerpo de su hijo

LA PATRIA | MANIZALES

Jorge Gaviria y Luz Dary Grisales son los padres de Jorge Iván Gaviria Grisales, de nueve nueve años. El pequeño perdió la vida el pasado 7 de diciembre cuando se movilizaba en un campero que fue arrastrado por un derrumbe. El pasaba por la vereda Aguacatal, sector Casa Roja, hasta el río Tapías, en un ramal de la vía que comunica a Neira con Aranzazu.
Los padres, cinco meses y unos días después del hecho, recorren el sitio por donde rodó el carro ese día. Ellos buscan por los alrededores y dentro de los cafetales alguna seña que les permita encontrar el cuerpo de su hijo, quien el día del accidente viajaba con un tío y el abuelo, ambos hombres se salvaron.
En el río todavía hay partes del vehículo que quedó destruido, en ese lugar Jorge y Luz Dary creen que podría estar el cuerpo. Por eso, rezan y guardan la esperanza de que el río les devuelva el pequeño cuerpo para darle sepultura.
Ambos viven en una humilde vivienda con techo de cartón y paredes de esterilla, ubicada a la orilla de la carretera, a  escasos 10 kilómetros de la cabecera municipal, lugar por donde viajó su hijo en diciembre.
En el accidente perdieron la vida cuatro ocupantes. En ese momento fue encontrado el cuerpo de José Jaír Giraldo, de 18 años. Días después los organismos de socorro hallaron el cadáver de Sergio Grajales, de 16 años, el cual estaba unos metros más abajo del hecho en avanzado estado de descomposición. Siguen desaparecidos los cuerpos del pequeño Jorge y de Diosvel Agudelo, quien conducía el campero.
Las autoridades dicen que los cadáveres podrían estar aprisionados con el vehículo, que al parecer está en un charco de aproximadamente seis metros de profundidad, que no permite el rescate. Así lo dijo el comandante de bomberos de Neira, Marco Castañeda.

Siguen desaparecidos
El mismo drama de buscar a un familiar desaparecido lo vive la familia de Carlos Enrique Ríos Sánchez, de 72 años, hombre que fue tapado por la avalancha del pasado 6 de diciembre. Él se encontraba en una casa cerca del barrio Lusitania de Manizales. De su cuerpo no se volvió a saber nada.
El 25 de febrero pasado su hijo, Óscar Ríos, encabezó una búsqueda junto con organismo de socorro, pero fue infructuosa. En esta ocasión se llevaron una vidente que habían estado en la tragedia del barrio Cervantes, ellos aseguraron que un lugar podría estar el cadáver, pero el sitio es de difícil acceso e inestable.
El otro caso es el de Mauricio Hernández Rojas, de 44 años, quien cayó al río La Miel, en Victoria, el pasado 19 de noviembre. El cuerpo fue buscado con un clarividente que señaló un lugar donde estaría el cuerpo. Sin embargo, el sitio era peligroso por la profundidad del cauce.
Otras tres personas víctimas por el invierno también siguen desaparecidas en Pácora, tras una avalancha causada por el represamiento de la quebrada Las Olletas.