LA PATRIA | Manizales
La angustia de la familia del manizaleño Jairo Alberto González Amaya terminó en la noche del jueves. Ese día la Fiscalía de Derechos Humanos de Medellín les entregó los restos óseos de Jairo, fallecido el 10 de octubre del 2007 en Remedios (Antioquia). El abogado de la familia dice que lo presentaron como muerto en combate.
Antes de ser identificado, Jairo permaneció cinco años como NN. Se desempeñaba como agricultor y el día de los hechos en la Galería de Manizales unos hombres lo convidaron a recoger café en un municipio cercano de Medellín. Tomó la decisión de irse y le dijo a su familia que volvería en 15 días.
Al notar que el destino que le indicaron era más lejano y que la señal deficiente le impedía comunicarse con su familia, se preocupó y en la última llamada que le salió le dijo a un familiar: "cuídeme a los niños que no sé qué me va a pasar".
Carlos Iván García, abogado de la familia, expresó que después de dos meses sin saber de su paradero su familia instauró una denuncia en la Fiscalía, de Manizales, pero le dijeron que los competentes en este caso eran los de la jurisdicción de Antioquia.
"En Antioquia les informaron de un hallazgo de tres cadáveres. Solo hasta el 7 de diciembre del 2012 se ordenó la corrección de la defunción de un NN, pues todo indicaba que era Jairo y hasta el 11 de abril del 2014 se comprobó, a través de una prueba de ADN, que los restos eran compatibles con el ADN de María Amaya, su madre", agregó el abogado.
Sin embrago, aunque la familia lo encontró después de siete años, aún no hay personas capturadas por este hecho.
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