Escapó homicida que tenía casa por cárcel

Foto | Archivo | LA PATRIA
Alias Chupeta por un tiempo tuvo que movilizarse en silla de ruedas. Hoy se le considera fugado de su prisión domiciliaria, que se le había concedido.

Luis Eduardo Salazar Jaramillo estaba pagando una condena por homicidio en detención domiciliaria, debido a una invalidez, pero el pasado 11 de enero, cuando los funcionarios del Inpec llegaron a la casa del barrio Bengala a hacer ronda no estaba.

La ronda a los presos con detención domiciliara se hace dos veces por semana. También los monitorean mediante los brazaletes electrónicos.

Alias Chupeta, como conocen al condenado, purga 18 años por homicidio agravado, tentativa de homicidio, hurto agravado tentado, porte ilegal de armas y lesiones personales dolosas.

El director de la cárcel Distrital de Varones Manizales, Saúl Archila Duarte, aseguró que el detenido se quitó el brazalete electrónico y huyó. También confirmó que ya se notificó al juez que llevó el caso y que están tomando las medidas respectivas.

Su delito

Los hechos por los que condenaron a Chupeta sucedieron el 31 de marzo del 2011 en el barrio Aranjuez, donde asesinó a William Mauricio Mejía Grand.

Familiares cuentan que ese día llegaron a la vivienda de la mamá de la víctima un hombre y una mujer haciéndose pasar por funcionarios de la Alcaldía a hacer una supuesta encuesta.

Los falsos funcionarios entraron a la casa, pidieron agua y dejaron la puerta abierta. Ello le permitió la entrada a otros tres sujetos, entre ellos Chupeta.

A unos trabajadores que estaban haciendo arreglos los amordazaron. Luego cogieron a la mamá, pero William Mauricio se opuso y por ello Chupeta le pegó dos disparos. Mejía Grand estuvo ocho días en cuidados intensivos y murió.

Captura y fuga

Tras herir al hombre los delincuentes huyeron. Cuando el asesino intentaba escapar, la comunidad lo cogió y lo aporreó. La Policía llegó y lo trasladó al hospital. Después le expidieron orden de captura y lo arrestaron. Chupeta estuvo dos meses en el hospital.

Al salir enfrentó un juicio del que resultó condenado a 18 años de prisión. Estuvo cuatro días en la cárcel, pero el juez le concedió detención domiciliaria por el deterioro en la salud, consignado en un certificado médico que indicaba la incapacidad que tenías para caminar, además de una traqueotomía. Así estuvo hasta que el 11 de enero, al parecer ya recuperado, se le voló a las autoridades.