Denuncian atentado contra sindicalista caldense

Cinco disparos le hicieron a la residencia de Luvier Ochoa, secretario general de Sintraelecol Caldas. Lo que más le preocupa al dirigente es que el hecho afectó a su familia de forma directa.

El atentado ocurrió el pasado viernes a las 9:00 de la noche en el sector La Daniela de Manizales. Según relató Ochoa, él estaba dentro de su casa cuando un hombre armado se acercó en una moto y amenazó a su esposa y a una cuñada, quienes se refugiaron en los bajos del inmueble.

Agrega que el desconocido lanzó un paquete y realizó los disparos que pegaron en la puerta, la traspasaron e impactaron en varias partes de la vivienda. "Yo me paré y sentí un golpe en el abdomen", señala el sindicalista, refiriéndose al roce de un proyectil. Algunos testigos vieron al agresor alejarse con la motocicleta apagada y lo perdieron de vista.

"No era cualquier persona, sino un profesional, hizo cinco disparos de revólver y dejó uno para cubrir su retirada", opina Ochoa.

Tan pronto ocurrió el hecho, el afectado de inmediato se comunicó con el cuadrante. Los policiales revisaron el paquete arrojado y al sospechar de su contenido llamaron a la unidad antiexplosivos.

Relata el dirigente que las autoridades montaron un dispositivo tanto para descartar que se tratara de un explosivo, pero también para recolectar el material probatorio. Al día siguiente (sábado pasado) interpuso la denuncia y está a la espera de que le asignen un fiscal que investigue el caso.

El paquete arrojado era un panfleto en el que se le sugieren que renuncie. El papel tiene pegados logos de la Chec y EPM.

Sin seguridad

De manera irónica el dirigente cuenta que ayer supo que una tutela interpuesta para que le restablecieran su esquema de seguridad, retirado el pasado 29 de noviembre, le fue negada.

Al respecto, el presidente de la CUT - Sintraelecol Caldas, Oscar Arturo Orozco Sánchez, dijo que una tutela le había permitido a él mantener su esquema de seguridad, tras un atentado sufrido el 4 de agosto del año pasado, cuando se dirigía al corregimiento de Arauca (Palestina) a una actividad sindical.

Sin embargo, es el único que la ha mantenido, ya que la seguridad de decenas de trabajadores sindicalizados fue desmontada por decisión de la Unidad Nacional de Protección, adscrita al Ministerio del Interior.

El presidente de la CUT cuestionó la decisión que tomaron desde el gobierno central. Frente al atentado contra el secretario de Sintraelecol, Orozco Sánchez denunció los hechos mediante una carta ante la Vicepresidencia de la República, la Fiscalía General de la Nación, el Mininterior y la Unidad Nacional de Protección.

En la misma solicita que se adopten medidas de protección. De igual manera, hace una relación del desmonte de los esquemas en Pereira, Chinchiná y Manizales a los dirigentes Orlando Ospina, Esperanza Cardona, Juan Carlos Martínez, Rubio Ariel Osorio, Luvier Ochoa, Héctor Castro, entre otros.

Por otro lado, Orozco Sánchez advirtió que el retiro de la protección a los sindicalistas comenzó tan pronto entró en vigor el TLC con Estados Unidos. Anotó que no obstante el riesgo seguirán en sus labores. Por su parte Luvier Ochoa enfatizó que el trabajo que realizan no es un acto ilegal y así lo ha reconocido el mismo gobierno.

Otro amenazado

El dirigente Óscar Orozco Sánchez recordó que en días pasados el fiscal de Sintraelecol, Ramón Marino, también recibió un papel amenazante. Este hecho, agrega, ocurre ad portas de la próxima negociación colectiva del sindicato con la Chec.

Redoblan visitas

La Policía de Caldas informó que aumentó la vigilancia, mediante rondas más constantes al sitio de residencia de Luvier Ochoa y su familia, como también a la sede sindical. Sin embargo, la solución que esperan los amenazados es que les restablezcan su protección y eso depende de la Unidad adscrita al Ministerio del Interior.

Protegidos

Además del dirigente Óscar Orozco, quien logró mantener su protección mediante una acción de tutela, algunas autoridades indígenas de Riosucio continúan escoltados.

En la puerta de la casa quedaron marcados tres disparos, de los cinco que el agresor le hizo a la residencia de Luvier Ochoa.

El roce de bala en el abdomen del sindicalista.