Aceptó cargos por homicidio, pero no hubo acuerdo

LA PATRIA | MANIZALES

Juan Ríos tenía azotado a un hombre con discapacidad auditiva y de habla. En donde lo veía lo agredía y lo insultaba. No contento con hacerle la vida imposible, también insultaba a las hermanas menores de la víctima de su matoneo. Así lo expuso el abogado del asediado, Juan Carlos Cújar.

Eran vecinos en una vereda de Filadelfia. Su controversia terminó el 13 de marzo pasado en una cantina. Juan, quien consumía licor en un bar, se abalanzó sobre el muchacho, conocido como el Mudo. Según testigos, le dejó hinchada la cara de tanto golpearlo.

Pero la respuesta de el Mudo no se hizo esperar, el ofendido sacó un cuchillo y se lo enterró en el costado izquierdo a Juan, a quien malherido trasladaron hasta el Hospital San Bernardo. Debido a la gravedad de la lesión lo remitieron a Manizales, en donde falleció mientras recibía atención médica.

El 17 de marzo capturaron al homicida, lo presentaron ante un juez de control de garantías, pero no aceptó cargos por homicidio. Lo recluyeron en la cárcel de la capital caldense a la espera de un juicio.

Pero el jueves pasado, en la que sería la formulación de acusación, Fiscalía y defensa del señalado llegaron a un preacuerdo. Pagaría su pena por homicidio, pero por ira e intenso dolor, pues se demostró el asedio del que era víctima el capturado.

Confusión

La juez le efectuó unas preguntas al detenido, quien debía responder que entendía los cargos, estaba consciente y los aceptaría, para emitir una condena de aproximadamente cuatro años. Sin embargo, los nervios y la dificultad para escuchar le ganaron. No entendió los términos que se usaron.

Su abogado intentó guiarlo, pero eso influiría en sus decisiones. Llamaron a un familiar para que le contara al oído lo que le preguntaban, pero ante tantos tropiezos se suspendió la audiencia y se ordenó la presencia de un intérprete para una próxima audiencia.

Un examen que no llegó

El abogado Juan Carlos Cújar sostuvo que desde marzo solicitó a un juez un examen psiquiátrico a su defendido y así se ordenó. Sin embargo, todavía no se lo han practicado.