Carlos Humberto Orozco Téllez dejó de ser el secretario de Salud Pública de Manizales por el cambio de Administración, pero ahora fue designado como coordinador social de la Alcaldía.

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Carlos Humberto Orozco Téllez dejó de ser el secretario de Salud Pública de Manizales por el cambio de Administración, pero ahora fue designado como coordinador social de la Alcaldía.

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LA PATRIA | Manizales

"Resalto toda la participación del sector salud de la ciudad, que respondió a las propuestas lideradas desde la Secretaría de Salud Pública. Por eso se dieron los resultados esperados. Se salió adelante por el trabajo colectivo. Me voy agradecido también con la comunidad", dijo Carlos Humberto Orozco Téllez.

Esas fueron las palabras que utilizó el médico para despedirse de la jefatura de dicha Secretaría, en la que estuvo por segunda ocasión. Terminó sus funciones, con la reciente posesión del alcalde Jorge Eduardo Rojas Giraldo, que llegó con nuevo gabinete.

Orozco es especialista en Epidemiología y Administración de Salud y también comandó este despacho cuando Rojas Giraldo se estrenaba como alcalde de Manizales (2012 - 2015).

En este 2024, Orozco estará al frente de la Coordinación Social, lo que tiene que ver con las secretarías del área social y de algunos institutos descentralizados: "Se articularán todas las acciones que favorezcan a la comunidad. También se tendrá que ver con Assbasalud y el Hospital San Isidro", explicó. 

Con garantías

Orozco había sido designado en el despacho que recién deja por Carlos Mario Marín, mandatario saliente. Antes de llegar ahí, en el 2020, se desempeñaba como gerente de la Crisis para la Covid-19. Reemplazó al también médico William Arias.

Su reto principal fue ese, darle ventajas a Manizales en la emergencia sanitaria. También debió prestarle atención a la salud mental y a lo financiero de entidades como Assbasalud y el Hospital General San Isidro.

A este epidemiólogo se le reconoció como el mejor funcionario de Marín. Se mantuvo en su cargo, pese a la constante rotación de designados por ese alcalde en las diferentes secretarías.

Orozco aseguró que Marín siempre lo respetó y que le dio garantías de trabajo: "Eso me permitió desarrollar planes que estaban previamente pactados alrededor del Plan de Desarrollo", dijo el galeno, negando algún tipo de coacción de Marín o que no se comunicaran.

De la calamidad pandémica

A su arribo, Orozco dijo que encontró un equipo empeñado en garantizar la supervivencia de toda una ciudad, que empezaba a luchar contra la covid-19. Le debieron derivar recursos para generar unas contrataciones complementarias e inició un trabajo que involucró no solo a las entidades de salud, sino también a otros sectores.

"Los presupuestos fueron canalizados a la compra de insumos, específicamente, a elementos de protección personal. Se protegió a todo el personal asistencial. Los recursos se distribuyeron, de manera, equitativa entre todos".

Agregó: "Se procuró la capacitación frente a la covid-19 del personal de la salud. Eso se articuló en la virtualidad con médicos, enfermeras y demás. Se dirigió a lo preventivo, a la atención ambulatoria y a lo hospitalario (en lo convencional y en el cuidado crítico)".

La fortuna que tuvo la ciudad en ese tiempo, según Orozco, fue la homogenización del conocimiento que garantizó, de alguna manera, el asumir conductas muy precisas en la atención: "Nunca tuvimos un rechazo de una persona que requiriera cuidado crítico. Es más, nos convertimos en receptores de pacientes de otras ciudades".

El exsecretario igual enfrentó la expansión hospitalaria, lo que les permitió a varias entidades ampliar la capacidad instalada. Dijo que, en comparación con otras ciudades de Colombia, Manizales no tuvo que activar hoteles para la atención de personas, pero sí para los profesionales de la salud, que en principio no iban a sus casas.

"Luego vino un gran reto, que fue el de la vacunación. Fuimos de los primeros en alcanzar las metas de inmunización, lo que permitió una rápida reactivación económica y la contención de las restricciones, como el uso del tapabocas", concluyó.

Su abordaje de la salud mental

"Hay un análisis muy poderoso, que nos permitió conocer la realidad de la patología en salud mental en Manizales: identificamos unos riesgos relacionados con nuestra genética. Tenemos la capacidad de heredar unos factores que pueden expresar enfermedad mental", dijo Orozco, que respalda la ejecución de las estrategias intersectoriales del Ecosistema de Salud Mental de la ciudad.

El experto indicó que condiciones como la depresión, la ansiedad, la bipolaridad, etc., que sufren algunos residentes, se expresan en intencionalidad o eventos suicidas. La contención de estos, subrayó, es responsabilidad de todos.

Orozco añadió: "En lo educativo implementamos las zonas de orientación escolar para seguir a esta población. Eso se hizo para acompañar en el manejo de emociones, no solo para la contención de fenómenos como el bullying; también con la intención de que crezcan con capacidad de tolerancia a la frustración".

En lo comunitario, aseguró el exsecretario, el abordaje que se hizo llevó a capacitar a unas 300 personas en atención de primeros auxilios en este sentido, eso a través de un convenio con la Universidad de Manizales. También se cristalizó la apertura de los Centros de Escucha (La Palma, Cervantes, El Bosque San José) y el fortalecimiento de la Línea 123, para pacientes que necesiten el acompañamiento, que es gratuito.

"Ya está diseñado. Ahora debe empezar la implementación del Ecosistema, al que se le deben dedicar -mínimo- 10 años. Con eso, lo que se quiere, es generar una transformación cultural".

Assbasalud y el San Isidro, con problemas

Orozco respondió sobre si Assbasalud y el Hospital General San Isidro podrían dejar de ser un dolor de cabeza para la Secretaría de Salud y, en consecuencia, para la Administración municipal. LA PATRIA, en diferentes oportunidades, ha reportado el respaldo financiero que se le ha aprobado desde el Concejo a la primera de ellas.

"Mientras el sistema de seguridad social en salud sea el que está en este momento vigente, el problema de las ESE nunca se va a resolver. Assbasalud se diseñó para atender 250 mil usuarios, hoy solo le llegan unos 57 mil. Tiene una gran infraestructura que, por respeto a las necesidades de desplazamiento de la comunidad, no se puede cerrar".

Esto en parte, según el médico, sucede porque las EPS tienen la facultad de montar su propia red de servicios y no contratan en lo público. También ha impactado en la situación financiera de la entidad, el cierre de aseguradoras que se van sin cancelarle la cartera.

Lo que se espera, advirtió Orozco, es que con la reforma a la salud se les dé una mano a las ESE como Assbasalud y San Isidro y estas puedan hacerse más competitivas: "Tienen que haber cambios que garanticen que haya sostenibilidad en el sistema", subrayó.