Estimulación mental, una reserva contra el olvido

Blanca Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

Olvidar una palabra, la fecha actual o el lugar donde vive pueden ser una señal de que el deterioro cognoscitivo está comenzando. Este se describe como una declinación progresiva de la función cerebral, que incide en la forma en la que la persona se desenvuelve en su entorno, ocasionando cambios que terminan por afectar su funcionalidad y la capacidad de cuidar de sí mismo.

Tal situación compromete varias áreas, explica Carolina Ruiz de Sánchez, neuróloga y docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, entre ellas la memoria, el lenguaje, la orientación, ejecución, planeación y acciones motoras consecutivas, que pueden conducir a las demencias de diferentes tipos, como es el caso del alzheimer o el deterioro fronto-temporal.

En estos casos el deterioro de la memoria puede ser uno de los primeros síntomas. Los cambios en la memoria reciente, el olvido del significado de un objeto, de una palabra que se usa frecuentemente o la pérdida de facilidad de expresión, son signos de alerta para sospechar de esta enfermedad.

También se presentan modificaciones de expresión, lenguaje, temperamento, conducta y estado del ánimo que por lo general tiene una tendencia a la progresión, es decir, al deterioro crónico.

Factores

Se dice que la edad avanzada es un factor de riesgo y la mayor prevalencia se encuentra entre los 65 y 85 años. Sin embargo, casi el 50% de la población mayor de 90 años puede padecer alzheimer.

Explica la experta que las mujeres presentan mayor vulnerabilidad de padecer alzheimer, mientras que los hombres son más propensos a sufrir demencia vascular (ocasionada por un infarto cerebral estratégico o múltiples infartos silenciosos)"; no obstante, la predisposición genética y los antecedentes familiares de un pariente en primer grado, también están entre las causas.

"También se ha encontrado que aquellas personas que en la niñez tuvieron problemas de desnutrición o una deficiente actividad intelectual están más sujetas a padecerla", asegura Ruiz de Sánchez.

De ahí, aclara la experta, la importancia de fortalecer, no sólo el lenguaje y la memoria, sino quizás y con mayor énfasis, llevar un estilo de vida saludable; pues el consumo de alcohol, tóxicos, cigarrillo, fritos, alimentos con preservantes y alto contenido de azúcar son factores modificables que pueden aumentar los procesos neurodegenerativos.

Aunque no se puede prevenir este deterioro, "si usted tiene buenos hábitos, buena alimentación, tomar una copa de vino tinto y aparte tiene una estimulación constante, sobre todo, de actividades físicas, mentales e intelectuales, le ayudará a generar interconexiones neuronales que le podrán dar una mayor reserva cognoscitiva", concluye la experta.

Agrega que lo dramático de esta condición es cómo afecta la funcionalidad de la persona hasta quitarle la posibilidad de valerse por sí mismo.

Simposio

Como parte de la campaña sobre el deterioro cognoscitivo, del viernes al domingo próximo, se llevará a cabo el Quinto Simposio Colombiano sobre esta enfermedad neurológica y Primer Encuentro de Clínicas de Memoria, en Bogotá liderado por la Asociación Colombiana de Neurología (ACN). Alzheimer, deterioro cognoscitivo leve, demencias, degeneración frontotemporal, demencia vascular, trastornos cognoscitivos en enfermedad de Parkinson son algunos de los temas que se abordarán. Si no puede asistir podrá vincularse a las cuentas de la ACN en twitter (@ACNColombia) y www.facebook.com/ACNColombia.

Edad y riesgo

El riesgo de padecer deterioro cognoscitivo se incrementa con el aumento de la edad, por lo que se debe prestar atención a los síntomas, a partir de los 65 años. Sin embargo, se considera el nivel de riesgo según la edad, así:

Edad % de riesgo

* Menores de 65 años 2%

* Entre 65 y 74 años 13%

* Entre 75 y 84 años 36%

* Entre 85 y 94 años 36%

* Mayores de 95 años 48%