B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Hace 12 años el proyecto de vida de Ana María Uribe cambió. Pasó de cuidar a su esposo y a sus hijos para dedicarse a atender a su mamá, que sufrió alzhéimer y falleció hace dos meses, y a su hermana, que tiene otra demencia producto de una hipertensión mal controlada.
Este es su testimonio: “Noté comportamientos raros -me robaron, me quitaron, no quiero bañarme ni levantarme-, esto se lo achaqué a la edad, no pensé en esa enfermedad.
Con todo el amor del mundo dejé de vivir mi vida para dedicarla a ellas. Aunque aclaro que esto es cosa de toda la familia, no solo en la parte económica, sino de cuidado, amor, atención y dedicación.
Hubo noches sin espacio para el descanso: Deambulaban por la casa, cerraban puertas, encendían el televisor, eso es lo más desgastante. No dormía tranquila pensando qué están haciendo.
No lo niego, a veces se agota hasta la paciencia, pero toca entender que esa persona tan especial es como un bebé grande. Hay que cambiarlo, darle de comer, adivinar qué le duele, si tiene frío, hambre o calor, toca volverse un psicólogo.
Ellos necesitan amor, compañía, sentir que hay alguien al lado, por eso recalco que hay que actuar con amor y paciencia”.
Ana María integra el grupo de Cuidadores de oro, programa de la Universidad de Caldas que apoya a las familias que tienen pacientes con alzhéimer y con otras demencias.
Un nuevo caso de alzhéimer se conoce en Latinoamérica cada tres segundos reveló la Alzheimer’s Disease International.
Un estudio en el que participó William Vega, director ejecutivo del Instituto Edward R. Roybal sobre el Envejecimiento de USC, cita que los latinos tienen 50% de riesgo mayor de contraer Alzhéimer que los anglosajones. Y agrega que el número de latinos con este mal en el 2012 era de 379 mil personas y proyectó que esa cifra llegará a 3,5 millones en el 2060, lo que supone un crecimiento del 832%.
El estudio reveló que los latinos son más vulnerables a desarrollar Alzhéimer por la comida (no nutritiva) y falta de ejercicio que provocan sobrepeso, obesidad y diabetes.
"Los latinos vivimos más años, pero si no cambiamos a un estilo de vida saludable vamos a vivir más años padeciendo Alzhéimer", señaló Vega sobre cómo intentar evitar el curso de esta enfermedad.
El coordinador de la Clínica de memoria y deterioro cognitivo de la Universidad de Caldas, Felipe Marulanda, especialista en geriatría y gerontología, explica: “Se trata de una enfermedad degenerativa, irreversible e incurable que en forma lenta y progresiva destruye las células del cerebro, ocasionando pérdida de la memoria y de otras funciones mentales como la capacidad de raciocinio, de juicio, de orientación y problemas con el lenguaje, entre otras”.
¿Hay un alzhéimer temprano?
Sí, el presenil. Empieza a manifestarse desde los 45 o 50 años. La persona tiene dificultades para relacionarse en el hogar, en el trabajo, en la resolución de conflictos y no sabe manejar sus finanzas. Empieza a dejar cosas y la enfermedad avanza paulatinamente hasta que no es capaz de vestirse ni ir al baño o comer.
¿Se percata de su deterioro temprano?
Hay pocos casos de un patrón heredado o presenil, una forma más severa que puede comprometer a otros miembros de la familia. Si esa es la situación es bueno consultar a tiempo, pero la mayoría de los casos no tiene un patrón tan directo.
¿El paciente ya no aprende?
No aprende nada, porque ya no es capaz ni siquiera de grabar. El paciente con demencia va perdiendo esa facultad y empieza a vivir en el pasado. Es frecuente que haga reminiscencias.
¿Cuál es la probabilidad de padecerla?
La probabilidad de tener un deterioro significativo a los 60 años puede estar alrededor del 5%, a los 70 en un 10%, mientras más edad hay mayor riesgo.
¿Hay enfermedades asociadas?
Sí, por deterioro sensorial, por ejemplo, las personas sordas, que no ven o que están asiladas de contexto, es obvio que el cerebro se atrofia, porque es como un músculo que si no se ejercita pierde sus facultades.
¿Cuáles son los tipos de manejos?
El primero es el medicamentoso del trastorno de memoria que lo que hace es retardar la evolución de la enfermedad e inclusive mejora la memoria, la actitud, la personalidad y el comportamiento.
Casi siempre se relaciona con la memoria, pero hay otros comportamientos ligados a la enfermedad…
Es correcto. En la medida que se deteriora la memoria se afectan áreas que tienen que ver con el comportamiento, con la actitud social, con la planeación, la organización y la relación con los otros. No encuentran las palabras, las utilizan desordenadas o no saben interpretar qué son los objetos. El afecto también se altera y por eso se pueden tornar depresivos o demasiado contentos. Se les dificultan actividades automáticas como caminar, deglutir o dormir. Hay muchas formas de presentación porque el cerebro no es solo memoria.
¿Cómo influyen la hipertensión y la diabetes?
Pueden precipitar y acelerar más el daño cerebral. También hay medicamentos que bloquean la memoria, por eso debemos controlarlos porque si no se quitan se acelera más el proceso. Otro punto son las infecciones, estas los deterioran el triple.
* Aliméntese bien, ojalá con una dieta más mediterránea (con Omega 3, verdura, fruta).
* Mantenga activa la mente, hay que moverle el piso, enfrente situaciones distintas.
* Controle la hipertensión, diabetes y colesterol, son factores de riesgo.
* Evite la rutina, haga ejercicio, esto retarda el deterioro.
* El exceso de alcohol, cigarrillo y medicamentos afectan la memoria, lo mismo la falta de sueño.
1. Amnesia propia del envejecimiento: aunque olvidan nombres, los pacientes son funcionales.
2. Deterioro cognitivo leve: la persona o la familia notan que algo no va bien, pierden facultades y hay olvidos significativos, aunque siga siendo funcional. Momento de consultar.
“El paciente con alzhéimer no puede adaptarse porque su mente perdió la capacidad para sobrevivir por sus propios medios y al final será tan severo e irreversible el deterioro que le ocasionará la muerte. Si todos alcanzamos los 90 o 100 años también llegaría el momento de padecerla”, Mauricio Arbeláez, psiquiatra.
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En la Clínica de la Memoria de la U. de Caldas hay un equipo interdisciplinario integrado por el neurólogo Ricardo Díaz Cabezas, el psiquiatra Mauricio Arbeláez, el geriatra Felipe Marulanda y la neuropsicóloga María Alexandra Cardona Tangarife, que brinda atención a pacientes con deterioro cognitivo y trastornos de memoria. Su trabajo se encamina a la evaluación diagnóstica, el enfoque terapéutico y apoya los encuentros de cuidadores y familiares.
* Negar que la persona que cuida está enferma.
* Evitar solicitar ayuda.
* Contradecir a la persona enferma.
* Preguntar frecuentemente ¿Y es que no se acuerda?
* Repetir, ¿Otra vez? ¡Pero es que ya le dije!
* Negar o retrasar el cuidado necesario en el momento oportuno.
* Cambiar las rutinas de cuidado y autocuidado.
* Evitar sacar el tiempo para su descanso.
* Posponer o no realizar las visitas pactadas cuando se encuentra institucionalizado o vive en un lugar diferente a la casa familiar.
Información suministrada por Guadalupe María Henao, enfermera experta en envejecimiento.
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El 21 de septiembre, bajo el lema Sigo siendo yo, se desarrollará la jornada instituida por la Organización Mundial de la Salud y auspiciada por Alzheimer’s Disease International. Su objetivo es sensibilizar a la sociedad sobre esta epidemia del siglo XXI y desarrollar una campaña de educación dirigida a promover la prevención de esta patología.
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Foto | Ingemage | LA PATRIA
Los cuidadores deben velar para que el paciente duerma, se alimente bien, este hidratado y haga ejercicio. Se recomienda no presionarlo y darle tiempo para sus cosas.
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