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Manizales Cómo Vamos empezó hace 11 años como iniciativa ciudadana para hacer seguimiento y evaluar la calidad de vida. Ejercicio promovido por el sector privado y la academia, del que hace parte LA PATRIA como uno de sus 11 socios locales. Entre sus productos están la Encuesta de Percepción Ciudadana y el Informe de Calidad de Vida para brindar herramientas estadísticas que permiten ahondar más en el territorio y sirven de insumo para una toma de decisiones sustentada en la realidad. En el 2021 se pasó a evaluar la subregión Centrosur y este año se amplió a estudiar la calidad de vida en Caldas para el periodo 2018-2022.

La información que suministra este ejercicio departamental de calidad de vida les permitirá a los mandatarios electos construir planes de desarrollo más ajustados, así las cifras sean de un periodo largo. Importante saber que al 2022 vivían en Caldas 1 millón 34 mil 151 personas, distribuidas en las 6 subregiones, y que al menos 3 de cada 10 habita en áreas rurales, eso refleja que la concentración en ciudades y centros poblados es fuerte y hacia allá hay que apostarle sin descuidar el campo. La población termina concentrada en el rango de edad de 29 a 59 años y cada vez más adultos mayores y menos niños. Alto oriente es la menos poblada y Centrosur la de más habitantes.

Alto occidente y Magdalena caldense registran las mayores tasas de natalidad, y el Norte la mayor tasa de mortalidad por lo que allí deben revisar qué puede estar afectando la salud. Alerta roja en Belalcázar y Norcasia por superar el doble del porcentaje departamental de personas en miseria, y a estos dos municipios se les suma Manzanares, en donde el índice de necesidades básicas insatisfechas es alto comparado con el del departamento. Lo mismo ocurre con la pobreza multidimensional, índice en el que vuelven a aparecer los dos primeros municipios y Marquetalia. Donde hay más hacinamiento es en Marmato. Todo esto indica hacia dónde deben enfocarse los programas sociales y de asistencia estatal.

Los indicadores de trabajo informal, bajo logro educativo y rezago escolar son los más preocupantes. En la ruralidad los mayores conflictos son por trabajo informal, bajo logro educativo y no tener acceso a una fuente de agua mejorada. Muy positivo que frente al contexto nacional el Eje Cafetero tenga la menor prevalencia de inseguridad alimentaria porque aleja de la pobreza y de la enfermedad, pero preocupa la salud mental en Caldas, donde en el periodo de cinco años hubo 400 suicidios. Este fue el departamento con la mayor tasa de reprobación en educación básica y media; Centrosur la subregión con la mayor tasa de repitencia, lo que obliga a revisar la calidad educativa y los procesos pedagógicos.

Hay que llamar la atención que Caldas haya ocupado el cuarto lugar entre los departamentos con mayor tasa de desaparecidos, que en los últimos cinco años haya descendido 10 puestos en el ranking nacional del pilar de sostenibilidad ambiental, que Marmato sea el municipio con menor cobertura en el servicio de alcantarillado. Muy positivo que Marmato, Filadelfia y Chinchiná hayan sido los de mayor crecimiento económico; pero Aranzazu, Marulanda, La Dorada y Riosucio decrecieron. Este informe de calidad de vida de Caldas es un repositorio de datos abiertos. Pueda ser que el gobernador y los alcaldes con sus administraciones sepan sacarle el provecho para planificar lo que viene en los próximos cuatro años.