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Las opiniones expresadas por 1.005 personas mayores de 18 años, de todos los niveles socioeconómicos, son una muestra más que representativa en la Encuesta de Percepción Ciudadana (EPC) 2022, contratada por Manizales Cómo Vamos y que aplicó la firma Yanhaas S.A. Sus resultados se convierten en una radiografía de variables del municipio, que bien interpretados sirven de insumo a los tomadores de decisiones. De allí que sea muy preocupante lo que arrojó esta última entrega, especialmente en torno al clima de opinión y calidad de vida.
Está mostrando un bajón no visto en 11 años de medición en cuanto a la satisfacción con la ciudad. Hay menos personas considerando que las cosas en Manizales van por buen camino, la diferencia entre 2021 y 2022 son 29 puntos porcentuales al pasar de 80% a 51% Aunque en menor proporción, también se redujo el número de quienes se sienten orgullosos de la ciudad. En el 2021 era de 96% y en el 2022 descendió a 74%, cuando en todos los años anteriores fue mayor. De paso, la satisfacción con la ciudad como lugar para vivir se redujo de 95% a 86%
La EPC indica además que hay desmejora en la situación económica; aumentó en 16 puntos porcentuales quienes se consideran pobres; hay menos personas satisfechas con los servicios de salud, con la educación superior y con el estado de las vías en los barrios; la mayoría de consultados cree que ninguna institución está realizando acciones por mejorar la calidad de vida. La favorabilidad del alcalde, Carlos Mario Marín, perdió 27 puntos y la del Concejo 16, y menos personas piensan que Marín hace una buena gestión. Remata el inquietante dato de que 82% de los encuestados se reparten entre quienes piensan que el nivel de corrupción en la ciudad ha aumentado o se mantiene igual.
Lo que están diciendo estas cifras es que hay descontento, se está perdiendo la confianza y el sentido de pertenencia, tres elementos esenciales para territorios que le quieren apostar al desarrollo y a una buena calidad de vida. Es percepción, dirán los que desdeñan las encuestas; sin embargo, ciudades inteligentes las contratan y aplican con más frecuencia porque como decía el austriaco Peter Ferdinand Drucker, abogado consultor y profesor de negocios: “Lo que no se mide no se puede controlar; lo que no se puede controlar no se puede gestionar; lo que no se puede gestionar no se puede mejorar”.

El 29 de octubre de este año se elegirá nuevo alcalde y Concejo para el periodo 2024-2027 y en estos resultados de la EPC hay datos para que los ciudadanos voten informados y convencidos de qué es lo que requiere la ciudad y cuál es la mejor opción para gobernarla. También son provisión para los que serán candidatos. Ayudarán a centrar las propuestas de gobierno al mandatario que debe ejecutar recursos, y las apuestas por la ciudad a los que serán la junta directiva desde sus curules. Son datos preocupantes, pero al ver el histórico de 11 años muestra que hay bases para recuperar el rumbo y eso debe ser una apuesta colectiva.