No violentar a las mujeres

Las cifras son contundentes. De acuerdo con ONU Mujeres, en el 2020 los feminicidios en América Latina y el Caribe fueron 4.091, siendo Brasil el país que más aportó en esta infausta estadística con 1.738. Colombia ocupa el cuarto deshonroso lugar con 182 de estos homicidios contra mujeres por el solo hecho de serlo. México y Argentina son segundo y tercero. Así mismo, el 65% ha experimentado violencia en su vida, el 45% ha estado expuesta a por lo menos una forma de violencia durante la pandemia y el 30% reportó violencia física o sexual por sus parejas.
Este panorama que nos entrega ONU Mujeres, en el que Colombia infortunadamente se destaca, también se ve reflejado en Caldas y en Manizales. De hecho, según el más reciente boletín epidemiológico de la Dirección Territorial de Salud de Caldas muestra cómo en lo que va del 2021 se han notificado 2.615 casos de violencia contra las mujeres en el departamento, cuyas afectaciones son más frecuentes entre los 10 y 29 años de edad, pero con mayor énfasis entre los 10 y los 14 años, que en este último rango abarcan el 18,24% de las denuncias. Más grave aún es que en el 82% de los casos de violencia que se conocen de manera oficial en Caldas, según la Territorial, hay mujeres involucradas, especialmente como víctimas.
Si tomamos en cuenta que en este tipo de situaciones el subregistro es alto, porque gran parte de los casos no se denuncian, estamos ante una realidad frente a la cual la sociedad no ha reaccionado con la determinación que se necesita. Una dura realidad es que la pandemia de covid-19 agudizó el problema y el confinamiento obligado llevó a que esa violencia intrafamiliar en la que las mujeres y las niñas son las más vulnerables, se incrementara en forma desaforada.
Al conmemorarse ayer el Día de la No Violencia contra la Mujer, el mundo pudo reflexionar acerca de este grave problema social que impacta negativamente y de manera contundente a la humanidad. El hecho de que hoy 4 de cada 10 mujeres se sientan más inseguras en espacios públicos, que un 25% diga, según la ONU, que los conflictos en sus hogares se han vuelto más frecuentes, y que 6 de cada 10 mujeres manifiesten que el acoso sexual en público también ha empeorado, tiene que llevarnos a la reflexión cotidiana acerca de este flagelo y a la toma de decisiones para solucionarlo.

En este sentido son importantes iniciativas como la impulsada desde la Gobernación de Caldas como la campaña Juego limpio no más faltas, o como la estrategia de la Casa de las Mujeres Empoderadas que lidera la Alcaldía de Manizales, para sensibilizar a las comunidades y prevenir estos casos. No obstante, hay que ir más al fondo, y reflexionar cada día acerca de la cultura machista que se ha impuesto y que nos llena de prejuicios e imaginarios que terminan convertidos en agresión a las mujeres. La tarea es enorme en este sentido, y por ello no se puede dejar para un solo día o una semana, sino que todo el tiempo hay que luchar por cambiar positivamente la sociedad en este aspecto.