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El pasado viernes Manizales Cómo Vamos presentó su Informe de Calidad de Vida 2021, con la presencia del saliente director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Juan Daniel Oviedo, y otros expertos que analizaron los datos que arrojó ese estudio, en el que las principales conclusiones apuntan a que los niveles de pobreza extrema se mantiene altos y es necesario implementar estrategias que apunten a vecer ese flagelo de manera rápida y efectiva.

Un dato revelador es que de cada 100 personas 7 se consideraban pobres el año pasado en la Capital de Caldas, y de estas personas 6 no tenían suficientes alimentos para comer 3 veces al día. Eso es reflejo de esa otra verdad estadística que señala que entre el 2019 y el 2021 entraron a la pobreza 42 mil personas en la ciudad, situación que se hace más difícil de enfrentar en un panorama en el que la alta inflación mantiene caros los alimentos.

Otras cifras complementan el gris escenario en materia de poder adquisitivo y calidad de vida de las familias: el 30,2% de los habitantes están en pobreza monetaria (9,8 puntos por encima del 2019), y 6,6% fue la pobreza extrema (4,7 puntos por encima de la cifra del 2019). No son nada halagüeños esos datos, con el agravante de las dificultades para recuperar el camino de mejora.

Ligada a esto, también está la situación del desempleo que, si bien mejoró con respecto al 2020, al pasar de 20,1% a 14,2%, la tasa de participación en el mercado laboral evidencia que muchas personas dejaron de buscar trabajo (los ocupados pasaron del 51,6% en el 2019 a 47,4% el año pasado).

Los problemas de nutrición infantil siguen siendo significativos, pese a todo lo que se hace en la ciudad desde hace años para combatirlos. De hecho, 8 de cada 100 niños valorados tuvieron alguna condición de malnutrición: 5,36% con desnutrición crónica, 2,30% con desnutrición aguda, 0,99% con obesidad y 2,96% con sobrepeso. Ante la pobreza en ascenso este asunto necesita una reacción más determinantes desde la institucionalidad.

Otro punto que merece reflexiones y soluciones es el dato de cobertura educativa en Manizales, ciudad que se enorgullece de ser epicentro del conocimiento en Colombia. Tenemos la tasa más baja entre 23 ciudades del país en cobertura, con el 79%. ¿Qué ocurre con el restante 21% de los niños y jóvenes que deberían estar en el sistema? Si bien seguimos destacádonos en educación superior, los niveles de preescolar, básica y secundaria sufren de graves problemas estructurales.

Es cierto que en seguridad, en términos generales, seguimos en los primeros lugares en el país y que otros indicadores como los asuntos de salud son positivos, pero hay que enfocarse en los lunares para buscar remedios en el corto, mediano y largo plazo. Este informe debe ser considerado una luz para hallar las fórmulas de solución de las adversidades que enfrentamos.