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Hace casi dos años, en noviembre del 2019, la comunidad de la Institución Educativa Pensilvania hizo un plantón al frente de la Alcaldía, debido a los incumplimientos reiterativos en la construcción de la nueva planta física con recursos del Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa (FFIE). Hoy la obra va en un 32% de avance, y la posibilidad de entrega es para el primer semestre del año entrante, según la gerente de ese fondo, Adriana González. Lo ocurrido en Pensilvania ilustra lo que ha pasado con otras 17 sedes educativas en el departamento en los años recientes.
Los reclamos de hace dos años se llevaron a cabo luego de haberse ajustado los cronogramas de desarrollo de la obra, tras el fiasco con la empresa portuguesa Mota Engil, que en nada había avanzado en el contrato por $103 mil millones que le fue adjudicado desde el Gobierno Nacional (que aporta el 70% de los recursos). De los 21 colegios de Caldas que hacían parte de ese compromiso y que desde hace cinco años esperan concluir obras, hasta el momento solo se han entregado los trabajos en Aguadas, Supía y Anserma.
El incumplimiento de la empresa portuguesa llevó a que los contratos fueran entregados a otras firmas de ingeniería, como Aulas Nacionales y CIAR Educar, pero llegó la pandemia de covid-19 y los incumplimientos se extendieron. Durante este año algo se ha avanzado en desatrasar los trabajos, pero el panorama sigue siendo incierto y muchas comunidades han perdido la confianza en la palabra de los gobernantes. Cumplir los nuevos compromisos es la oportunidad que se tiene para recuperar la credibilidad en la administración pública.
Se anuncia desde la Secretaría de Educación de Caldas y desde el FFIE que este año estarán concluidas, por fin, las obras de dos instituciones en La Dorada (I.E. Alfonso López y la I.E. Marco Fidel Suárez). Es posible que también las obras en Neira y Salamina estén concluidas este año, mientras que el próximo año se culminarían trabajos en las infraestructuras pendientes en Manzanares (va en 72%), Victoria (75%), Pensilvania (32%) y Norcasia (34%).
Eso quiere decir que, por lo menos, otras 10 obras en los colegios del departamento seguirán pendientes para los próximos años. Deberían hacerse todos los esfuerzos para concluirlas en el 2022 sin más dilaciones, aunque al parecer tendremos que seguir esperando hasta el 2023 para darle fin a este oscuro capítulo. La razón es que todavía no comienzan los trabajos, por ejemplo, en Riosucio y Pácora, y en el Colegio Gerardo Arias, de Villamaría, el proyecto apenas está en la etapa de estudios y diseños.

Sería conveniente que en la visita de la Contraloría General de la República prevista para la semana entrante se analice adecuadamente este panorama y se hallen los mecanismos para no solo garantizar el buen uso de los recursos invertidos, sino la manera de agilizar las ejecuciones. Desde el Ministerio de Educación Nacional también se debe brindar el acompañamiento necesario para asegurar los recursos para dotar de muebles y equipos las instituciones nuevas, y de esa manera lograr más avances en la presencialidad y en la recuperación de la calidad educativa.