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El senador y expresidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, deberá presentarse hoy ante la Corte Suprema de Justicia en indagatoria, en torno a los señalamientos que le ha hecho un viejo conocido de los caldenses, el jefe paramilitar del Cacique Pipintá del Bloque Central Bolívar, Pablo Hernán Sierra, alias Alberto Guerrero. Este asegura que el exmandatario y su hermano, Santiago, fundaron el Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia. Guerrero ha intentado beneficios ante las condenas recibidas por los asesinatos de Gabriel Ángel Cartagena en Riosucio o del alcalde de Aguadas José Iván Rincón Henao o del congresista José Óscar González Grisales, entre otros. Un personaje que se quedó por fuera del proceso de Justicia y Paz, y ahora busca ser acogido en la JEP.
La justicia está actuando como corresponde ante una denuncia y ha llamado al hoy congresista para escuchar lo que tenga que decir sobre este caso. Ya han desfilado 42 testigos y no se puede olvidar que esto empezó con una demanda del propio Uribe contra el también senador Iván Cepeda por supuesta manipulación de testigos, que no pudo probar, y se le devolvió. Se trata de un expediente abierto, con todas las garantías a que tiene derecho un procesado, el primer expresidente en esta condición en nuestro país, y con el respeto por la majestad de la justicia. Por eso, lo que debe hacer el exmandatario es acudir y aportar las pruebas que considere para demostrar la inocencia que tanto ha pregonado.
No se han hecho esperar los llamados de seguidores de Uribe a protestar ante los tribunales por lo que consideran un exabrupto del aparato judicial. Así mismo, quienes creen que se había tardado en llamar al expresidente a rendir cuentas y anuncian marchas para respaldar al poder judicial. Tanto los unos como los otros tienen derecho a manifestar su posición en torno a este tema, que es de interés público, pero es necesario que lo hagan de manera respetuosa, sin agresiones personales ni físicas. Qué difícil mantener la calma en estos escenarios que se agitan desde las redes sociales y con cajas destempladas en los debates de personajes públicos, pero por eso es que los dirigentes necesitan cabeza fría y enseñar que se pueden no compartir las decisiones judiciales, pero en todo caso sí acatarlas.

En un Estado de Derecho no puede haber personas intocables. De hecho si algo molesta a muchos ciudadanos es que el viejo refrán de que la justicia es solo para los de ruana sea tan cierto en nuestro país, el cual ha visto cómo la majestad del poder judicial se ha perdido, así como la corrupción ha aumentado. Por este motivo, hay una buena oportunidad de que la Corte les devuelva la fe a los colombianos de creer en ella y esto no lo conseguirá porque condene o absuelva a Uribe. Lo logrará con decisiones asertivas, que decida en derecho con base en pruebas. De eso se trata administrar justicia, y por ese motivo, mal haría en simplemente tomar decisiones con base en el vaivén de las opiniones, como pretenden simpatizantes de un lado o de otro.