En buena hora la Alcaldía de Manizales tomó la determinación de regular el uso de las bicicletas, con el propósito de evitar que se presenten nuevos accidentes en las vías en las que los principales perjudicados son, precisamente, los ciclistas. Entre las obligaciones que tendrán ahora está el uso del casco, chaleco reflectivo y luces delantera y trasera, además de la exigencia de cumplir en forma estricta las normas de tránsito, comenzando por el respeto a los semáforos, la prohibición de circular por andenes y no adelantar por la derecha.
La medida también apunta a ponerle freno a la actividad peligrosa que desde hace meses ejecutan jóvenes manizaleños por distintos sectores, denominada gravity (también brake o strong), precisamente por ser una carrera sin frenos en bajada en la que varios muchachos han perdido la vida. Pese a los comprobados riesgos de esta práctica muchos jóvenes insisten en hacerla poniendo en peligro no solo sus vidas sino incluso las de peatones, así como haciendo complicada la circulación de los demás actores de la vía.
Es bueno para el medio ambiente y la movilidad que haya cada vez más ciclistas, por lo que también es fundamental que se siga fomentando el uso de las bicicletas no solo recreativas sino como medio de transporte. No obstante, en una ciudad como la nuestra, en la que las vías son estrechas y no es posible tener rutas exclusivas para ciclistas, es mucho lo que debe hacerse para que la convivencia en las vías sea sana, en donde impere el mutuo respeto y el cumplimiento estricto de las normas. Los conductores de automóviles y vehículos grandes también deben tomar en cuenta que a los ciclistas hay que darles su espacio y que tienen derecho a ocupar igual área de vía de cualquier otro usuario.
Desde el punto de vista de los ciclistas se espera que tomen conciencia acerca de la conveniencia de seguir al pie de la letra lo ordenado en el decreto del pasado 6 de octubre. No solo porque podrían recibir sanciones pecuniarias y hasta la confiscación de las bicicletas, sino porque el propósito es proteger sus vidas y las de otras personas que usan las vías. Es fundamental que haya una gran campaña que genere la cultura de un uso responsable de las bicicletas, con lo que se garantice no solo que respetan las normas sino que cuidan sus vidas.
Para que las soluciones en este sentido sean completas y se comience a edificar una mejor convivencia en el ámbito de la movilidad, también es clave que la Administración Municipal les brinde alternativas a los jóvenes que practican el gravity, con escenarios adecuados para que dejen fluir la adrenalina, sin que ello implique peligros para ellos y los demás. Es necesario que se busquen terrenos en la ciudad adecuados de tal manera que los muchachos usen el tiempo de ocio sanamente en estas actividades, y que de buena gana abandonen las prácticas peligrosas en las vías públicas.
Otras situaciones que deben ser controladas de manera más eficiente tienen que ver con los ciclistas que se remolcan detrás de camiones en las carreteras, lo que facilita la ocurrencia de accidentes en los que los principales perjudicados pueden ser los propios infractores. Los padres de familia y la comunidad en general deben tomar conciencia acerca de la importancia de colaborar con las autoridades, ya que sin dicha ayuda será complicado evitar accidentes de los jóvenes ciclistas, y como mínimo tendrán que pagar multas por las infracciones de sus hijos menores de edad.
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