El mercado laboral es, sin duda, uno de los temas álgidos de la discusión política, económica y ciudadana. Diferentes observatorios de la ciudad están en función de la generación de información de diversas dimensiones, de las cuales el mercado laboral no es ajeno. La coyuntura electoral agudiza el tráfico de información en los medios sobre temas clave de la realidad ciudadana, con base a lo anterior, es valioso proporcionar mayor contexto a este sector con el fin de conocer realidades no tan visibles detrás de los resultados conocidos.
Manizales A.M. ha sido una de las ciudades capitales de Colombia que ha reaccionado a la pandemia de manera positiva en el ámbito laboral, un indicador que muestra un panorama optimista y quizás el más llamativo es la tasa de desempleo, según cifras del DANE, Manizales A.M. se ubica como la segunda ciudad con la tasa más baja (10,1%) entre las ciudades capitales en 2022, detrás de Bucaramanga A.M. Sin embargo, es importante reconocer otro tipo de datos que dotan de información al lector y, por ende, mayor contexto. 
La Tasa Global de Participación (TGP) es la relación entre aquellas personas que trabajan o están dispuestas a trabajar (Fuerza de trabajo) y quienes están en edad de trabajar (PET), de allí, 6 de cada 10 manizaleños que hicieron parte de la PET manifestaron estar trabajando o con disposición de trabajar, cifra que no ha variado significativamente en los últimos cuatro años, no obstante, si se compara con ciudades como Bogotá o Cali la relación es mayor en las grandes capitales, dado que, por su naturaleza, son atractivas en términos de oferta laboral y esto finalmente influye en la tasa de desempleo, pues la fuerza de trabajo es mayor en ciudades de este tipo. Por lo que resulta útil realizar comparaciones entre ciudades intermedias con características similares, tales como Pereira o Tunja, en donde, Manizales goza de una posición favorable bajo este contexto.
Por otra parte, la ocupación es otro tema foco de análisis de los ciudadanos que a su vez sirve como pulso de calidad de vida del territorio.  Uno de cada dos manizaleños que hicieron parte de la fuerza de trabajo en 2021 se encontraban ocupados, esto se traduce en 204.000 personas aproximadamente, mientras que, para 2022, el número de personas ocupadas ascendió a 221.000, una vez más una cifra alentadora en esta dimensión, pese a ello, nos preguntamos ¿Cómo los jóvenes se enganchan al mercado laboral? ¿Cuál es el panorama términos de informalidad?
Esto da pie para continuar analizando otro tipo de datos como la tasa de informalidad, que, en los últimos dos años, se mantuvo estable (36%), sin embargo, como consecuencia del aumento de la población ocupada tanto el número de empleos formales como informales se incrementó, 1 de cada 3 personas que se ocupó en 2022 lo hizo de manera informal, teniendo claro esto, Manizales mantiene un nivel de informalidad de los más bajos del país. Conforme a ello, sabemos que somos una ciudad universitaria y si ahondamos en los datos, podemos afirmar lo siguiente: Por cada 10 jóvenes entre 15 y 28 años, 2 son NINIS, es decir, que no estudian, no trabajan ni tampoco están buscando trabajo ¿Hay desaliento en los jóvenes en la consecución de empleo?
El empleo trae consigo infinidad de matices que diluyen la sensación de optimismo económico para algunos, para otros quizás la perspectiva cambie. Bajo esta línea, según la Encuesta de Percepción Ciudadana de Manizales 2022, el porcentaje de manizaleños que percibió que su situación económica en su hogar empeoró, aumentó 14% entre 2021 y 2022. Pareciera entonces que el impacto económico de la pandemia se está reflejando con más fuerza en la percepción del ciudadano actualmente, sin duda, hay otros elementos que influyen en la percepción económica de la población, por el momento, resta esperar cuál será la percepción frente al futuro en contraste a los datos oficiales actuales.