Cada empate sostiene el acumulado como está, una victoria añade tres décimas, y una derrota no baja tanto el promedio, así que el descenso es asunto prácticamente superado por Once Caldas. Palabras más, le faltan dos puntos de 15 para alejar esa sombra, o menos, porque también depende de sus rivales, y la mayoría anda tan mal que están colaborando.

Vaya uno a saber que pensará el presidente, cuyo proceder, en atención a la calidad y cantidad de los refuerzos, fue sospechoso respecto al objetivo para el semestre, que no era propiamente clasificar, aspirar a título, o procurar cupo a copas internacionales.

Probado está el interés desmesurado por hacer plata a cualquier costo, y de allí que Once Caldas, a la par con las cifras millonarias favorables en sus balances, enseñe una seguidilla de cinco años de fracasos deportivos a lo largo de nueve torneos cortos.

Permanecer en la A no quiere decir misión cumplida. Sumar tendrá incidencia directa para la ubicación en la tabla del promedio en 2024, así se quede corto en la "intención" de meterse dentro de los ocho, que, increíblemente aun sería posible.

Un campeón de América venido a menos, producto de las políticas de hambre en lo deportivo, sin un proyecto ajustado a las necesidades, con jugadores de discreta capacidad técnica, y que volvió costumbre cerrar campaña sin posibilidades.

Contra Medellín, gran partido. Comprobé mi gusto por el fútbol, sin apasionamientos, y lo disfruté, a diferencia de quienes reniegan porque no se pudo ganar estando dos veces arriba, o por la diferencia en hombres tras la expulsión de Marulanda.

Quizá ayudó el saber que, desapareció el peligro del descenso, pues en otras circunstancias solo serviría e triunfo. Se jugó con intensidad, Once Caldas montó una propuesta agresiva de recuperación en campo contrario, sin profundidad, ni claridad en la última jugada.

El rival se refugió montando doble línea corta de marca, sin ofrecer espacios, haciendo intrascendente la posesión. Según el técnico del Medellín, su equipo jugó mal esos 45.

¿Sería, o fue qué Once Caldas lo sometió? Eso creo, sin la cereza de la definición. Tan agradable el compromiso que, a un remate en el palo de ellos, respuesta de Dayro golpeando el horizontal, y a opción clarísima por desborde de Alejo, pase atrás y mala definición de Arce, exigencia a Chaux en disparo frontal de Pons.

Al primer gol, brillante ejecución de Dayro por mano en el área, expulsión del infractor, y penalti, le siguió, cinco minutos después la igualdad a través de Torres en arribo por derecha, habilitado por el juez frente a la sensación de que el balón se desbordaba.

Lo mismo pasó con el segundo tanto de Cuesta bañando a Chaux tras pase de Pérez, cuando corridos cuatro minutos el 2-2 en un pase en profundidad de Ricaurte, y brillante acción de Plata, quien pudo irse como héroe, pero falló al 90 un regalazo de Correa.

Se le extravió la victoria a Once Caldas, no le rinde, cuatro puntos de 15, y los cuestionamientos hacia el técnico, cuya salida no resolvería nada, estando en el ojo del huracán ante periodistas hinchas, y seguidores, que quieren que corra sangre.

Los problemas nacen desde la nómina, por izquierda entran todos los goles, a Correa le sobra espíritu, le falta fútbol (hojas de calendario), Arce fue flor de un día, Beltrán es diferente y no lo ponen, y en ataque, si no es Dayro, marcan los defensores, no los delanteros.

Además, cada acto de Sarmiento se magnifica. Una discusión acalorada con Herrera fue una tormenta, y manifestar que Dayro no es quien manda, teniendo la razón, lo han vuelto crisis del vestuario. Estamos equivocados María, el muerto no se busca rio arriba.

Hasta la próxima...