La miopía es una afección muy frecuente de la visión en la que los objetos cercanos se ven claros y los objetos lejanos se ven borrosos. Quien la sufre, necesita gafas permanentes, porque solo ve de cerca y, evidentemente, es difícil avanzar si solo se ve lo que está a un metro. 
Me permito hacer un símil de esa enfermedad con lo que hoy parece sufrir algunos líderes de la región cuando de hablar del Área Metropolitana se trata. 
No ven a la distancia, piensan en el corto plazo. Algo extraño para quienes saben que el desarrollo necesita visión 20/20; tener un pie en el presente y otro en el futuro; pensado a largo plazo, que es como se logran los grandes procesos de desarrollo territorial. 
Han pasado 43 años desde que se constituyó el Área Metropolitana del Valle de Aburrá en Antioquia y los proyectos se fueron gestando sobre la marcha, no estaban planeados ni presupuestados desde 1980. 
El Plan Maestro de Movilidad Metropolitana llegó en el 2006; el Plan Metrópoli, que contempla el Plan Integral de Desarrollo Metropolitano -PIDM, se ha actualizado en dos ocasiones, en 2008 y 2020, y fue hasta 2019 cuando se consolidó el Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana Metropolitano.
Sin embargo, mientras esos proyectos estratégicos avanzaban, se desarrollaron múltiples intersecciones viales, proyectos culturales, ambientales y ecológicos, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, entre muchos otros que fueron aportándole a múltiples sectores de los municipios miembro, resultados de los que disfrutaba la gente. 
Y cómo dejar de lado la cultura y el turismo, sectores que movilizan tanto las grandes como las populares economías. Echemos un vistazo a semanas atrás con el sonado concierto de RBD. Miles de turistas llegaron a Medellín, pero gran porcentaje se hospedó e Envigado, Sabaneta o Itagüí. Allí también comieron en restaurantes, fueron bares, tomaron taxis. 
¡Cuanto no más podría hacerse en Caldas que tiene tan diversos pisos térmicos, planes y propuestas! Y es que un turista puede pasar de unos termales en Villamaría a una coffee trip en Chinchiná o una jornada de descanso en una finca vacacional de Palestina. Todo a menos de 20 minutos de recorrido.
Nuestra subregión Centro Sur es un todo en uno para el turismo, para el descanso, para los negocios. Eso pensando en los visitantes, pero para nosotros, los que habitamos esta zona, también hay múltiples beneficios. 
En el sector educativo de nivel superior, por ejemplo, el Área Metropolitana permitirá acercar a nuestros estudiantes a la universidad. Para los casos de Villamaría, Neira, Palestina y Chinchiná hay hoy 2.749 jóvenes cursando grados 10 y 11, futuros estudiantes que podrán acceder a la educación superior con mayor facilidad y a un menor costo de desplazamiento. Además, hoy son 1.500 estudiantes ya vinculados a universidades de la capital para quienes los futuros mandatarios pueden empezar a trabajar en proyectos de corto plazo. 
A mediano y largo plazo, viendo 20/20, se podrían consolidar proyectos de movilidad y logísticos de gran nivel como la Autopista del Café y el Aeropuerto del Café; en un futuro un sistema integrado de transporte, una cicloruta regional, el Corredor Logístico Agroindustrial de Occidente, el Patio de Contenedores de Chinchiná, el Centro de Ciberseguridad de Colombia y el Parque Tecnológico de Caldas. 
Con ellos se acerca la ciencia, la tecnología y la innovación a las comunidades y llega a los territorios el progreso y el desarrollo multidimensional intrínseco de las TIC.
Y así, sector a sector, podemos ver múltiples cosas positivas que se derivarían de este esquema asociativo territorial, pero para eso hay que ponerse bien los lentes. Estos ayudarán a corregir la miopía y permitirán ver bien de cerca y de lejos y, sobre todo, avanzar con claridad. 
Pero como todo en la vida, hay que dar el primer paso. En este caso, el Sí. Sí a las posibilidades de progreso; sí a unir fuerzas; sí a correr la misma carreta, cuya meta sea encontrar oportunidades, proyectos, recursos y aliados que permitan mejorar la calidad de vida y aumentar las posibilidades económicas y sociales de 614.033 personas.
Hoy, mi llamado a los ciudadanos que habitamos esta hermosa región del departamento es a participar activamente en la consulta popular el próximo 26 de noviembre. Destine, amigo y amiga, cinco minutos de ese domingo para darle a la región la oportunidad de seguir creciendo. ¡Al Área voto SÍ! ¡Al Área vota SÍ!